WASHINGTON, 30 Ago. (Reuters/EP) -
El Comité Judicial de la Cámara de Representantes de EEUU se propone lanzar un proyecto de ley para condenar los asesinatos masivos cometidos por motivos de odio racial después de la masacre cometida contra la población latina de la localidad de El Paso, en la frontera del estado de Texas con México, el pasado 3 de agosto, en la que murieron 22 personas.
La Cámara de Representantes está bajo control demócrata desde las últimas elecciones legislativas, pero todas sus propuestas han sido sistemáticamente bloqueadas en el Senado, la cámara alta del Congreso, dominada por los republicanos liderados por Mitch McConnell.
Sin embargo, los demócratas han prometido que no cejarán en su empeño de seguir lanzando proyectos de ley para erosionar el dominio republicano. Por ello, han adelantado su retorno del parón veraniego para plantear, a partir del próximo 9 de septiembre, una batería de propuestas contra diferentes aspectos de la posesión de las armas de fuego en Estados Unidos, como la adquisición de cargadores de gran capacidad o la capacidad cognitiva de sus usuarios.
La más destacada es la propuesta de Ley para el Desarme del Odio, centrada principalmente contra los supremacistas blancos y, por extensión, cualquier persona con antecedentes de delito de odio que tenga acceso a un arma de fuego.
El proyecto se enfrenta a enormes dificultades en el Senado republicano, donde la influencia de la Asociación Nacional del Rifle, el grupo de presión por excelencia a favor de la tenencia de armas de fuego, entiende que "las leyes actuales contienen herramientas de sobra para impedir que los criminales pongan sus manos en un arma de fuego", según su portavoz, Catherine Mortensen.
Además, y en sí misma, esta ley no es más que una declaración simbólica, según sus críticos, ya que en EEUU solo hay 1.000 condenas al año por delito de odio, además tipificado como "leve" en 30 de los 50 estados del país.
Sus defensores creen, sin embargo, que esta ley tiene un carácter preventivo y podría cortar de raíz la sangrienta tendencia al alza de estas matanzas. Los delitos de odio, recuerda al ONG por los derechos civiles Southern Poverty Law Center, han aumentado un 31 por ciento desde 2014, el porcentaje más alto en una década. El número de organizaciones racistas ha crecido un 30 por desde 2014 a 2018.