MADRID, 9 Jun. (EDIZIONES) -
Tras la derrota de Napoleón Bonaparte, las principales potencias europeas de la época se reunieron en Viena desde 1 de octubre de 1814 hasta el 9 de junio de 1815 (hace este martes 200 años) para decidir las nuevas políticas en el continente y el reparto de los territorios reconquistados a Francia.
Los objetivos principales del Congreso estaban claros desde el principio: volver a la situación previa a la revolución francesa con las monarquías absolutas y recuperar los equilibrios de poder en Europa para evitar otro intento expansionista como el de Francia. Desde europapress.es desgranamos lo que se firmó hace 200 años:
PRINCIPALES ACTORES
Fueron los diplomáticos más que los reyes quienes decidieron el reparto del pastel, con algunos nombres destacados:
El principal impulsor de esta iniciativa y el encargado de llevar las negociaciones por parte de Austria fue Klemens von Metternich, ministro de Asuntos Exteriores y futuro Primer Ministro del Imperio Austriaco, en representación de su emperador, Franciso I, presente en el Congreso.
Por parte de Prusia fue su rey, Federico Guillermo III, con la ayuda de su ministro de Exteriores, Karl August von Hardenberg y Wilhelm von Humboldt, quien llevó el peso de las negociaciones del más poderoso de los numerosos estados alemanes, que en ese momento, al igual que en Italia, no estaban unificados.
El zar Alejandro I de Rusia acudió a Austria con el principal objetivo de unificar los Estados Alemanes para frenar avance de Prusia y limitar su poder.
Francia, la gran derrotada, consiguió participar gracias a Charles Maurice de Talleyrand, diplomático y ministro de Asuntos Exteriores, quien logró esquivar las sanciones a su país y promovió el equilibrio de fuerzas.
Desde el Reino Unido acudió Robert Stewart, vizconde de Castlereagh, II marqués de Londonderry y ministro de Exteriores británico.
Hubo muchos más diplomáticos, como Pedro Gómez Labrador, representante del rey español Fernando VII, pero estos fueron los actores principales.
ACUERDOS
El principal objetivo de los vencedores fue la Restauración, es decir, la vuelta a las monarquías absolutistas, pues estaban en juego todas las casas reales europeas. Y para asegurarse de que las ideas revolucionarias de 1789 no volvían a cortar una cabeza real, las Casas Reales se prometieron ayuda mutua en caso de necesidad, como ocurrió cuando Francia envío los '100.000 hijos de San Luis' en auxilio del monarca español Fernando VII, obligado a firmar la Constitución.
El segundo objetivo, el equilibrio de poderes, buscaba evitar un nuevo intento expansionista como el de Francia y lo hicieron a través de las nuevas fronteras establecidas.
Esta complejidad, unida al escenario donde se desarrolló el Congreso, una de las grandes capitales culturales del momento, lo que propició que muchas reuniones se celebrasen en bailes y fiestas, produjo un avance muy lento en las negociaciones, casi inapreciable, por lo que se empezó a decir que "el Congreso baila, pero no marcha".
Tanto fue así que antes de que terminasen las negociaciones Napoleón ya había escapado de su destierro en la isla de Elba y volvía a poner en jaque a los allí reunidos, lo que obligó al Duque de Wellington a abandonar Viena para enfrentar el emperador.
Al final el Congreso de Viena terminó de forma precipitada el 9 de junio, unos días antes de la Batalla de Waterloo (18 de junio), donde se fraguó la derrota definitiva del Emperador francés.
NUEVO MAPA POLÍTICO
Estos fueron los principales cambios territoriales que se acordaron:
AUSTRIA: La Casa de Habsburgo reforzó su autoridad y el Imperio de Austria recuperó sus posesiones en los Balcanes, así como el Tirol. Nuevos fueron los territorios de Lombardía, Véneto, y Dalmacia.
PRUSIA: No consiguió todos sus objetivos pero obtuvo partes de Sajonia, Westfalia, Renania, Polonia y la orilla izquierda del Rin.
CONFEDERACIÓN ALEMANA: Tanto Prusia como Austria forman parte de esta nueva Confederación formada por 39 estados, en sustitución de la Confederación del Rin, impuesta por Napoleón en detrimento del Sacro Imperio Romano Germano en 1806; Austria era la más poderosa de la Confederación.
RUSIA: Logró la anexión de la mayor parte de Polonia, de Finlandia (en detrimento de Suecia) y la región de Besarabia.
REINO UNIDO: Consolidó su poder como primera potencia naval del mundo con la islad de Malta y Ceilán (la actual Sri Lanka) y la Colonia del Cabo (territorio de Sudáfrica).
FRANCIA: Luis XVIII se convierte en rey de Francia y el país vuelve a sus fronteras de 1792.
SUECIA: Perdió Finlandia, pero fue compensada con Noruega.
ESPAÑA: No logró ninguna concesión, pues ni tenía peso en las relaciones diplomáticas ni sus intereses (sus colonias americanas) eran importantes para el resto de Europa.
NÁPOLES: Se anexionó Sicilia y restauró a los Borbones en el trono.
ESTADOS PONTIFICIOS: La Iglesia recuperó sus Estados Pontificios que se había anexionado Napoleón y fueron reconocidos por el Congreso, excepto una pequeña merma que pasó a manos austriacas.
En noviembre de 1815, vencido completamente Napoleón, se retomaron las negociaciones en la 'Segunda paz de París', en la que se formó la Santa Alianza entre Rusia, Austria y Prusia, por la que se comprometían a mantener el orden absolutista en Europa, defender de los principios cristianos y reprimir los movimientos liberales y revolucionarios que alteren la situación política de la Restauración.
Aunque las Casas Reales fueron perdiendo este poder recuperado a lo largo del siglo XVIII, lograron evitar otra gran guerra hasta 1914, cuando arrancó la I Guerra Mundial.