El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei
IRNA
Publicado: jueves, 1 febrero 2018 12:21

ANKARA 1 Feb. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Irán no tiene ninguna intención de frenar la expansión de su influencia a través de Oriente Próximo aunque Estados Unidos insista en que lo haga, ha declarado este martes Alí Akbar Velayati, consejero principal del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, según la agencia de noticias Fars.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, piensa que el país es una amenaza creciente para la estabilidad regional de Oriente Próximo y se ha comprometido con los países del golfo Pérsico y con Israel a tratar de contrarrestar lo que ve como el intento por parte de Teherán de extender su dominio en la zona.

"La preponderancia de Irán es inevitable. El país seguirá teniendo uno de los papeles más importantes de la región. Su pujanza se mantendrá", ha declarado el consejero de Jamenei.

"Irán no tiene ninguna intención de abandonar a los países oprimidos de la región... Nuestra presencia en Siria, Irak, Palestina y Líbano está coordinada con los distintos Gobiernos", ha añadido Velayati. Teherán apoya al presidente de Siria, Bashar al Assad, en la guerra que sufre el país desde 2011 y también secunda a las milicias chiíes en Irak, a los rebeldes huthis en Yemen y a Hezbolá en Líbano.

"Irán está en el centro de estos cambios internacionales... Estados Unidos quiere acabar con Oriente Próximo e Irán se opone a ello", ha asegurado el consejero.

Velayati también ha aprovechado para criticar eslóganes del tipo de 'Olvidaos de Palestina' y 'Dejad Siria, pensad en nosotros' que se pudieron oír en la ola de protestas que recorrió el país hace algunas semanas. "Yo no me preocuparía sobre (estas protestas) instigadas por nuestros enemigos externos... Eslóganes como 'No en Gaza, no en Líbano' muestra su falta de comprensión sobre temas internacionales... Uno no puede mantenerse indiferente cuando la casa de su vecino se quema", ha explicado.

Trump y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, han mostrado su apoyo a las protestas de la población iraní, las mayores en el país en la última década. Las manifestaciones duraron poco más de una semana y se extendieron a 80 ciudades y localidades. Las autoridades iraníes han confirmado que en ellas murieron 25 personas y que más de 3.000 fueron arrestadas. El ministro del Interior iraní, Abdolreza Rahmani Fazli, corroboró la semana pasada que 300 de esas 3.000 permanecen en prisión y se enfrentarán a cargos judiciales.

Las protestas se iniciaron por el aumento desbocado de los precios de alimentos y la alta tasa de desempleo, pero tomaron una dimensión política cuando los manifestantes comenzaron a exigir que los gobernantes abandonaran el poder. La Guardia Revolucionaria de Irán acalló las concentraciones.

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