DUBAI, 2 Mar. (Reuters/EP) -
Los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) han designado al partido-milicia chií libanés Hezbolá como una organización terrorista, ha informado el CCG este miércoles, una decisión que ha aumentado la presión sobre el grupo aliado de Irán, que tiene una gran influencia en Líbano y juega un papel clave en la crisis siria.
Los estados del golfo Pérsico impusieron sanciones a los miembros de Hezbolá en 2013 como represalia por la intervención del partido-milicia en la guerra civil siria de parte del presidente, Bashar al Assad.
Aunque los países del CCG, incluyendo Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, ya habían catalogado al grupo como organización terrorista de forma individual, el secretario general del CCG, Abdullatif al Zayani, ha anunciado que ahora es una decisión conjunta del organismo.
"Mientras la milicia continúe con sus prácticas terroristas, los estados del CCG la considerarán como una organización terrorista y tomarán las medidas que sean necesarias para aplicar esta decisión sobre las leyes antiterroristas del CCG y las leyes internacionales similares", ha explicado Zayani.
La decisión ha llegado un día después del discurso pronunciado por el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, en el que acusaba a Arabia Saudí de empujar a Líbano a una nueva fase de conflicto político ante la suspensión de las ayudas al Ejército libanés.
Nasralá también ha criticado a Arabia Saudí por dirigir ataques con coches bomba en Líbano, que se ha convertido en el escenario de la rivalidad sectaria entre Irán y Arabia Saudí que está aumentando por todo Oriente Próximo.
Por su parte, Al Zayani ha acusado a Hezbolá de cometer actos hostiles contra los países del CCG, incluyendo el reclutamiento de hombres jóvenes para que "lleven a cabo ataques terroristas, para que trafiquen con armas y explosivos, para que promuevan los levantamientos e inciten al caos y a la violencia".
Arabia Saudí, suní y el mayor miembro del CCG, mantiene una influencia considerable en Líbano mediante el apoyo al político suní y exprimer ministro Saad Hariri.
Las manifestaciones, los bloqueos de las carreteras y la quema de neumáticos fueron causados para provocar el "caos y la discordia", denunció Hariri el martes. "No debemos dejarnos arrastrar por cualquier intento de este tipo", añadió.
Las tensiones entre Hezbolá y Hariri derivaron en un conflicto armado en 2008, cuando una disputa política alimentada por la rivalidad entre Arabia Saudí e Irán desencadenó una breve guerra civil, que Nasralá ha asegurado no se repetirá.