GINEBRA, 28 Sep. (Reuters/EP) -
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha acordado este jueves enviar un grupo de tres expertos para trabajar con el Gobierno de Burundi con el fin de identificar y juzgar a los responsables de los "deplorables crímenes" que se han cometido en los últimos años a raíz de la crisis política de 2015.
La resolución, elaborada por el llamado grupo africano, ha sido aprobada con 23 votos a favor, 14 en contra y nueve abstenciones y ha contado con el respaldo de la delegación burundesa.
La Unión Europea y Estados Unidos han criticado el texto africano por las modificaciones realizadas en el último minuto a iniciativa de Túnez porque no tienen en cuenta una reciente investigación que acusa a las autoridades burundesas de atrocidades que podrían constituir crímenes de lesa humanidad.
"El texto no refleja en modo alguno la gravedad de la situación en Burundi", ha dicho el embajador de Lituania en el Consejo de Derechos Humanos, Janis Karlins, en nombre de la UE. Y, por ello, ha continuado, "supone un peligroso precedente".
En la misma línea, el representante estadounidense, Jason Mack, ha considerado que "dadas las graves restricciones para la sociedad civil y los medios independientes, la Comisión de Investigación sirve como fuente creíble" sobre los sucesos en Burundi.
"Recordamos que, después de realizar más de 500 entrevistas, la Comisión de Investigación encontró razones suficientes para creer que se han cometido crímenes de lesa humanidad en Burundi y que el Gobierno sigue implicado en ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzosas, detenciones arbitrarias, violencia sexual y tortura", ha añadido.
El embajador burundés, Renovat Tabu, ha acusado a la UE y Estados Unidos de "tener una agenda oculta" contra el país. "El Gobierno ha realizado mejoras sustanciales en la situación de los Derechos Humanos, así como en la construcción del Estado de Derecho y en la lucha contra la impunidad y está decidido a seguir con estos esfuerzos", ha afirmado.
La crisis política estalló en abril de 2015, cuando el presidente, Pierre Nkurunziza, anunció que aspiraría a un tercer mandato consecutivo, algo que la oposición consideró una violación del acuerdo de paz que puso fin a la guerra civil en 2005 y a la Constitución surgida del mismo.
Nkurunziza consiguió revalidar el cargo en las urnas y desde entonces se han producido numerosos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y la oposición, sobre todo en Buyumbura. Naciones Unidas calcula que unas 400.000 personas han salido del país para huir de la violencia.