MADRID, 21 (EUROPA PRESS) -
El Ministerio del Interior de Irán ha publicado este jueves la lista de las candidaturas que han recibido la aprobación del Consejo de Guardianes, entre las que figuran las de los los dos principales aspirantes, el actual mandatario, Hasán Rohani, y el clérigo ultraconservador Ebrahim Raisi, mientras que fuera de la reducida lista ha quedado el expresidente Mahmud Ahmadineyad.
"Hemos celebrado la última sesión para examinar las cualificaciones de los nominados y afortunadamente hemos llegado a una conclusión tras cinco días de numerosas sesiones", ha indicado el portavoz del Consejo de Guardianes, Abbas Alí Kadjodaei.
El Consejo de Guardianes ha aprobado únicamente a seis de los 1.600 candidatos que se registraron durante la última semana para concurrir a los comicos: Mostafá Aqa Mirsalim, Mostafá Hashemi Taba, Eshaq Jahangiri, Mohamed Baqer Qalibaf, y los citados Raisi y Rohani.
Los principales aspirantes a la Presidencia son Rohani y Raisi, custodio del mausoleo más grande de Irán y presidente de la fundación más grande del mundo islámico, Astan Quds Razavi, que gestiona el santuario del Imam Reza, el único imam del chiísmo enterrado en el país.
Por su parte, Aqa Mirsalim es un antiguo asesor del expresiente Alí Jamenei, así como exministro de Cultura y Guía Islámica y miembro del Consejo de Discernimiento, que sirve como órgano consultivo del líder supremo del país.
Hashemi Taba fue vicepresidente del país durante las presidencias de Akbar Hashemi Rafsanyani y Mohamad Jatami, así como exministro de Industria, mientras que Jahangiri es actualmente vicepresidente primero del país.
Por último, Qalibaf fue comandante de las Fuerzas Aéreas de la Guardia Revolucionaria y jefe de la Policía Nacional.
El Ministerio del Interior ha indicado que los candidatos clasificados pueden ya empezar su campaña electoral, que se extenderá hasta el 18 de mayo, tal y como ha recogido la cadena de televisión iraní Press TV.
Los próximos comicios contarán con 1,5 millones de electores más que los anteriores, en los que estaban llamados a votar 50,5 millones de iraníes.
LA DESCALIFICACIÓN DE AHMADINEYAD
La descalificación de Ahmadineyad --junto al que fuera su vicepresidente, Hamid Baqaei-- ya había sido insinuada recientemente por las autoridades judiciales, que recordaron que las demandas presentadas contra ellos seguían abiertas.
Ahmadineyad y Baqaei fueron denunciados tras el fin de su mandato en varios casos por infracciones, principalmente por no establecer el Ministerio de Deporte y Juventud y nombrar a alguien al frente de la cartera, y por no destinar el presupuesto suficiente al metro de la capital, Teherán.
La candidatura de Ahmadineyad había sido polémica, debido a que en septiembre de 2016, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, le pidió expresamente que no volviera a presentarse en las presidenciales por considerar que su candidatura causaría mayor división y polarización en la sociedad iraní.
Jamenei le trasladó entonces a Ahmadineyad que no se presentara como candidato presidencial porque su candidatura no iría "en su interés ni en el del país". "Crearía opuestos y divisiones bipolares en el país, algo que creo que es dañino", señaló el ayatolá Jamenei, según la prensa oficial.
El propio exmandatario confirmó que escucharía el consejo de Jamenei y no se presentaría a las elecciones, llegando a indicar la semana pasada que prestaría su respaldo a la candidatura de Baqaei.
Sin embargo, Ahmadineyad sostuvo en una entrevista concedida el martes a la cadena de televisión qatarí Al Yazira que Jamenei "sólo le dio un consejo". "El líder supremo me dio un consejo, pero no me pidió que no me presentara", argumentó.