MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Guardianes de Irán ha ratificado este miércoles el proyecto aprobado por el Parlamento, que impone restricciones a las inspecciones de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) en sus instalaciones nucleares, a apenas unos días de la fecha límite para el acuerdo nuclear.
El portavoz del Consejo de Guardianes, Neyatolá Ebrahimian, ha afirmado que el proyecto ha sido aprobado tras "una extraordinaria discusión", según ha informado la cadena de televisión iraní Press TV.
El proyecto, que fue aprobado en el Parlamento con 199 votos a favor, tres en contra y cinco abstenciones, recalca que "cualquier resultado de las negociaciones nucleares será válido mientras se cumplan tres exigencias".
Estas exigencias son el fin "completo e inmediato" de las sanciones contra el país "desde el día en que Irán empiece a cumplir sus obligaciones", la ausencia de restricciones a la compra de tecnología nuclear con fines pacíficos, y que la AIEA "sólo pueda realizar inspecciones convencionales en el marco del acuerdo de garantías".
El presidente del Parlamento, Alí Lariyani, destacó que el proyecto ha sido enmendado y aprobado para dar "vía libre" al equipo negociador iraní según los criterios establecidos por el líder supremo, el ayatolá Alí Jamanei, y el Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
El presidente, Hasán Rohani, afirmó la semana pasada que los éxitos de su gobierno a la hora de salvaguardar los derechos del país a desarrollar energía nuclear suponen "una gran victoria para la nación".
LAS CONVERSACIONES NUCLEARES
En noviembre de 2013, el Grupo 5+1 e Irán lograron cerrar un acuerdo preliminar de seis meses de duración, por virtud del cual Teherán se comprometió a congelar parte de su programa nuclear a cambio del levantamiento de algunas sanciones.
Los siete interlocutores acordaron en julio darse cuatro meses más, hasta el 24 de noviembre, para tratar de llegar a un acuerdo definitivo sobre el programa nuclear iraní, tras admitir ambas partes que persistían "diferencias significativas".
Sin embargo, las partes no lograron cerrar un texto definitivo para esa fecha, por lo que decidieron darse hasta el próximo 30 de junio para zanjar de una vez por todas la controversia sobre el programa nuclear iraní.
El acuerdo definitivo contemplaría que Irán pueda mantener un programa de enriquecimiento de uranio dentro de unos términos pactados y limitados. A cambio, la República Islámica debe despejar todas las dudas sobre la naturaleza exclusivamente pacífica de su programa.