NUEVA YORK 12 Ago. (Reuters/EP) -
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha autorizado este viernes el despliegue de una fuerza protectora de 4.000 efectivos en la capital sursudanesa, Yuba, como parte de la misión de la ONU en el país africano, la UNMISS, tras los últimos enfrentamientos.
El máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas ha aprobado la resolución, propuesta por Estados Unidos, con once votos a favor y cuatro en contra --Rusia, China, Egipto y Venezuela--, al tiempo que ha amenazado al Gobierno de Salva Kiir con un embargo de armas si se resiste a cumplir el mandato de la ONU.
Esta fuerza protectora, que estará al menos hasta el 15 de diciembre --como la UNMISS--, contará con tropas africanas autorizadas para "usar todos los medios necesarios, incluidas acciones robustas", para garantizar la paz en Yuba.
En concreto, tiene el mandato de "abordar de forma eficaz a cualquier actor que esté preparando ataques o implicado en ataques" contra Naciones Unidas. Incluso podrá enfrentarse a las fuerzas sursudanesas, "si es necesario".
El Gobierno, que en un principio accedió al despliegue de tropas internacionales en Yuba, se ha ratificado ahora en su negativa de hace unos días. "No vamos a cooperar porque no vamos a permitir que la ONU tome nuestro país", ha dicho el portavoz de Kiir, Ateny Wek, a Reuters.
A principio del pasado mes de julio la capital sursudanesa se convirtió en escenario de nuevos enfrentamientos entre partidarios de Kiir y el antiguo líder rebelde, Riek Machar, que, según el presidente, se debieron a un intento éste de recuperar el poder.
Los combates, que se prolongaron varios días, se cobraron casi 300 vidas y expulsaron de Yuba a decenas de miles de personas, haciendo temer una vuelta a la guerra civil que comenzó en 2013 y a la que Kiir y Machar pusieron fin hace un año con un acuerdo de paz.
La comunidad internacional, que ya está presente desde 2011 a través de la UNMISS, había pedido a las partes que autorizaran la presencia de una fuerza regional para velar por el acuerdo de paz, mientras que Machar, que huyó de Yuba tras los combates de julio, lo considera un requisito indispensable para poder regresar.