NUEVA YORK 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha definido este martes el mandato, el tamaño y los aspectos operativos de la misión que la organización internacional desplegará en Colombia para ayudar a implementar el acuerdo de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los 15 miembros del máximo órgano ejecutivo de la ONU han aprobado por unanimidad la resolución 2307, en la que adoptan las recomendaciones formuladas por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, sobre el apoyo al proceso de paz en Colombia.
El Consejo de Seguridad ha decidido que la misión estará integrada por 450 observadores desarmados --40 a nivel nacional, 90 a nivel regional y 320 a nivel local-- que actuarán en 40 localizaciones distintas, incluidas las 23 zonas y los ocho puntos en los que se concentrarán la FARC hasta que se reincorporen a la vida civil.
"La misión compartirá con el Gobierno el coste de activar y operar el mecanismo en proporción con el número de observadores y demás personal de Naciones Unidas", ha subrayado el Consejo de Seguridad, de acuerdo con un comunicado.
La misión de la ONU en Colombia, conforme a la resolución 2261 del pasado mes de enero, en la que se aprobó su creación, tendrá el mandato de verificar el desarme de las FARC y el alto el fuego bilateral, como parte de un mecanismo de observación tripartito.
El despliegue de los efectivos internacionales se realizará en tres fases: la primera para establecer su cuartel general en Bogotá y evaluar las condiciones de dichas zonas y puntos; la segunda para activar la observación local; y la última para su plena puesta en marcha.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ya presentó el lunes a los 350 miembros de las Fuerzas Armadas que formarán parte de este mecanismo tripartito. Solo queda, por tanto, que las FARC definan su participación en el mismo.
El pasado 24 de agosto el Ejecutivo y la guerrilla anunciaron la consecución del acuerdo de paz definitivo, sobre el que los colombianos deberán pronunciarse en un plebiscito programado para el próximo 2 de octubre.