MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado el ataque contra la Misión de Naciones Unidas en República Democrática del Congo (MONUSCO) que dejó un 'casco azul' muerto el lunes cerca de Beni, en la provincia de Kivu Norte, y ha pedido a las autoridades del país que investiguen lo ocurrido y lleven a los responsables ante la Justicia.
Los miembros del Consejo de Seguridad, que han expresado sus condolencias a la familia de la víctima, de nacionalidad malauí, a las autoridades de Malaui y a Naciones Unidas, han condenado "en los términos más firmes" todos los ataques y provocaciones contra la MONUSCO, antes de subrayar que los ataques deliberados contra las fuerzas de paz pueden constituir crímenes de guerra bajo el Derecho Internacional.
Así, han destacado la importancia de que la MONUSCO pueda "cumplir su mandato y promover la seguridad y protección del personal de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad, y han reiterado su "completo apoyo" a la misión y sus contigentes.
Por otro lado, las Fuerzas Armadas de RDC entregaron a la MONUSCO el lunes a trece menores asociados a grupos armados que operan en Beni y en Irumu, en la provincia de Ituri.
Los niños, con edades comprendidas entre los 13 y los 17 años, han sido capturados en unas tres semanas, después de enfrentamientos con rebeldes de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo armado formado por combatientes ugandeses y asentado en suelo congoleño, y con un grupo de mai-mai, milicias nacionalistas congoleñas formadas para defender su territorio tribal frente a los numerosos grupos rebeldes activos. De ellos, 11 pertenecen al grupo mai-mai y dos eran rehenes de las ADF.
Bernard Okanda, miembro de la Sección de Protección Infantil de MUNUSCO, que recibió a los niños, ha explicado que la mayoría habían sido separados de los grupos armados antes de ser reclutados nuevamente. La MONUSCO les ha trasladado "inmediatamente" a una ONG socia de UNICEF.