MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU han condenado este lunes en una consulta a puerta cerrada la reciente ofensiva del Movimiento 23 de Marzo (M23) cerca de la ciudad de Goma, en el este de República Democrática de Congo, escenario en las últimas semanas de un avance de las milicias.
La representante permanente de Guyana ante Naciones Unidas, Carolyn Rodrigues-Birkett, que ocupa la Presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad de la ONU, ha informado de que los países miembros han expresado su preocupación por la escalada de violencia y la tensión sostenida en la región.
Rodrigues-Birkett ha declarado en una rueda de prensa que en el encuentro han reiterado el "pleno apoyo a la soberanía, la unidad y la integridad territorial" del país africano, mientras que han pedido a todos los actores que pongan fin a la violencia y respeten el Derecho Internacional Humanitario.
"Instaron a todas las partes a reanudar el diálogo diplomático y expresar su apoyo a todos los esfuerzos destinados a alcanzar el cese de las hostilidades, en particular los esfuerzos regionales", ha manifestado, antes de mostrar su apoyo a la Misión de la ONU en República Democrática del Congo (MONUSCO).
En este sentido, han condenado la violencia perpetrada durante este fin de semana contra el personal de Naciones Unidas, así como las instalaciones diplomáticas en Kinshasa (Estados Unidos, China y Portugal). Con todo, los miembros del Consejo de Seguridad han pedido una investigación imparcial por estos hechos.
La MONUSCO denunció que su personal y vehículos fueron objeto el pasado sábado de una serie de ataques en la capital de República Democrática del Congo, Kinshasa, en los que grupos de personas prendieron fuego a varios vehículos de la misión, sin víctimas que lamentar.
La situación en el país es extraordinariamente tensa y ha alcanzado en los últimos días un nuevo punto álgido en el este del país con los avances de las milicias del M23 en la provincia de Kivu Norte. Estas nuevas hostilidades han terminado de inflamar una vez más la tradicional animadversión de buena parte de la población a la presencia de la ONU por su incapacidad para contener la violencia en Kivu Norte y la vecina Ituri, focos de masacres contra la población civil a manos de las milicias.
El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, las autoridades y el grupo firmado un acuerdo de paz, si bien la milicia lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022 que ha derivado en una grave crisis diplomática entre RDC y Ruanda, acusada de financiar a estos rebeldes, algo que Kigali ha desmentido categóricamente.
Desde 2022 el conflicto ha obligado a más de un millón de personas a abandonar sus hogares y ha provocado un desastre humanitario en una provincia ya devastada por más de 30 años de enfrentamientos armados, conflictos y desplazamientos masivos.