NUEVA YORK, 7 Dic. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha denunciado este jueves que la venta de personas como esclavos en Libia debería considerarse un crimen contra la Humanidad y ha expresado su "grave preocupación" después de que se hayan hecho públicas unas imágenes en las que aparecen varias personas siendo subastadas, algo que ha provocado indignación mundial.
Los 15 miembros del Consejo han emitido por unanimidad un llamamiento formal al Gobierno de Libia para que investiguen los casos de las personas que ha sido vendidas como esclavos y lleve a los culpables ante la Justicia.
El Ejecutivo libio, respaldado por la Administración de Estados Unidos, aseguró hace un mes que tomaría medidas después de que la cadena de televisión norteamericana CNN emitiera un video en el que se mostraba la subasta a la que estaban siendo sometidos varios migrantes africanos al ser vendidos como peones por un precio de 400 dólares (339 euros).
Esta situación ha provocado numerosas protestas en Europa y África. El Consejo de Seguridad ha expresado una "grave preocupación" al respecto y ha condenado estas acciones al considerarlas como "abusos atroces de los Derechos Humanos que deberían incluirse entre los crímenes contra la Humanidad".
Según ha explicado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), muchos de los jóvenes africanos que llegan a Europa suelen ser captados por redes de tráfico de seres humanos y vendidos como mano de obra en Libia, donde son detenidos, torturados e incluso asesinados.
La OIM señaló hace una semana que está trabajando con sus aliados para intentar vaciar los centros de detención de inmigrantes que han sido denunciados por los grupos defensores de Derechos Humanos como lugares inhumanos, al tiempo que planea acoger a unas 20.000 personas.
PRÁCTICAS BRUTALES
El Consejo de Seguridad también ha sostenido que las autoridades libias deberían trabajar de la mano con organizaciones internacionales y con las agencias de Naciones Unidas para garantizar el acceso de ayuda humanitaria a los centros de detención que hay en el país.
Las estimaciones han puesto de manifiesto que cientos de miles de migrantes no cuentan con protección legal en Libia y muchos de ellos están bajo la custodia de contrabandistas en un país que ha sufrido las consecuencias de la violencia entre facciones desde que Muamar Gadafi fuese derrocado hace seis años.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, ha advertido de que los informes que muestran que las personas que escapan de la violencia están siendo vendidos como esclavos en Libia "son horribles". "Todos los países deben hacer todo lo posible para poner fin a esta brutal práctica", ha añadido.
El Consejo de Seguridad ha respaldado de forma unánime una resolución que insta a los estados a tomar medidas más contundentes para acabar con el tráfico y la esclavitud moderna en todo el mundo.
Entre esas medidas se incluirían la aprobación de leyes contra la trata de personas, el aumento de las investigaciones, el desmantelamiento de las redes delictivas o la provisión de un mayor apoyo a los supervivientes de la esclavitud.