MADRID, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Seguridad de la ONU ha extendido este jueves de forma unánime su autorización de la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS) hasta el 31 de diciembre de 2024, mientras que ha expresado su "profunda preocupación" ante la presencia del grupo yihadista Al Shabaab, vinculado a la organización terrorista Al Qaeda.
La extensión era imprescindible para ganar tiempo de cara al despliegue en 2025 de una nueva misión de paz que sustituirá a la estructura actual, como ha explicado el embajador de Somalia ante la ONU, Abukar Dahir Osman. Entre los temas pendientes de resolver está el de la financiación de esta nueva fuerza y si la Unión Europea mantendrá los niveles de contribución actuales. Bruselas, cabe recordar, ha sido el principal donante directo de la ATMIS, con la entrega de casi 2.700 millones de euros desde 2007.
"Resulta absolutamente esencial que brindemos el apoyo necesario para que el Ejército Nacional Somalí y el ATMIS puedan continuar con su importante labor", ha hecho saber el embajador en un comunicado recogido por el portal somalí Caasimada On Line. "Desafortunadamente, hemos visto demoras en casi todas las fases de reducción de tropas. Por lo tanto, la coordinación entre los países que aportan tropas y los contratistas de la ONU es primordial en este proceso", ha añadido.
En junio pasado, fuentes próximas a la Unión Africana indicaban a la agencia Bloomberg que la intención es que Estados miembro de la ONU participaran a través de "contribuciones puntuales", pero el grupo africano proponía además la integración de "fuentes de financiación complementarias", sin dar más detalles al respecto ni mencionar directamente al bloque europeo.
De cualquier forma, la aprobación este jueves de la resolución 2748, concede a Somalia cuatro meses de tiempo con el permiso para el despliegue, por parte de los Estados miembro de la Unión Africana, de hasta 12.626 efectivos uniformados, incluidos 1.040 agentes de Policía.
El pleno ha subrayado que Al Shabaab "sigue representando una grave amenaza para la paz, la seguridad y la estabilidad de Somalia y la región", que este verano llevó a cabo un ataque en la playa de Lido, en la capital, Mogadiscio, que dejó 37 muertos y 247 heridos, en el que fue el peor atentado de los últimos años en el país.
Somalia ha incrementado en los últimos meses las ofensivas contra Al Shabaab con apoyo de clanes y milicias locales como parte de una serie de decisiones adoptadas por el presidente, Hasán Sheij Mohamud, quien prometió al asumir el cargo en mayo de 2022 poner la lucha antiterrorista en el centro de sus esfuerzos para estabilizar el país africano.
No obstante, siguen produciéndose atentados contra instituciones gubernamentales y contra hoteles o restaurantes de Mogadiscio, donde los islamistas creen que prevalece un estilo de vida occidental. En julio, 11 personas murieron en un atentado terrorista contra un restaurante durante la final de la Eurocopa de fútbol.