MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas mantendrá este jueves una reunión de emergencia para abordar la situación en Siria después de que siete militares turcos murieran en un ataque llevado a cabo por las fuerzas del presidente sirio, Bashar al Assad, en la provincia de Idlib.
Tal y como han informado fuentes diplomáticas al diario turco 'Daily Sabah', el encuentro ha sido solicitado por Estados Unidos, Francia y Reino Unido. El enviado de la organización a Siria, Geir Pedersen, tiene previsto presentar durante la reunión un informe sobre la situación en la citada región.
El lunes, los ejércitos de Turquía y Siria se vieron sumidos en los enfrenamientos más mortíferos desde el despliegue de las fuerzas turcas en Siria, en 2016.
Las autoridades turcas han indicado que en respuesta al ataque contra sus militares "neutralizaron" a 76 militares sirios en una serie de ofensivas contra medio centenar de objetivos sobre el terreno.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha advertido al Ejército de Siria en contra de llevar a cabo nuevos ataques contra sus puestos de observación en Idlib y ha insistido en que "si el régimen sirio no se aleja de los puestos de observación turcos en Idlib en febrero, Turquía se verá obligado a hacerlo por su cuenta".
"Las fuerzas aéreas y terrestres turcas se moverán libremente en todas las zonas de operaciones (en Siria) y en Idlib, y llevarán a cabo operaciones si es necesario", ha afirmado sin dar más detalles al respecto, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Asimismo, ha acusado a las fuerzas gubernamentales sirias de violar los acuerdos de alto el fuego alcanzados para la provincia de Idlib, antes de añadir que el ataque contra soldados turcos fue "un punto de inflexión".
Las fuerzas rusas justificaron lo sucedido e hicieron hincapié en que los militares turcos se movieron sobre el terreno sin previo aviso cuando las fuerzas sirias se disponían a realizar una serie de operaciones contra terroristas en Idlib.
LA SITUACIÓN EN IDLIB
Turquía y Rusia acordaron en septiembre de 2018 que la región de Idlib sería una zona de distensión, en la que estarían prohibidos los ataques y las ofensivas militares.
En este sentido, Erdogan ha recalcado que cualquier ataque contra militares turcos o sus aliados será respondido sin advertencia previa, si bien ha reiterado que el objetivo de Ankara es "no dañar las vidas y propiedades de personas inocentes".
El propio presidente turco afirmó el martes que "no hay necesidad de abrir un conflicto con Rusia" por el ataque del lunes en Idlib, en el que murieron siete militares turcos.
La provincia de Idlib y zonas de las de Alepo y Hama se encuentran en manos de varios grupos armados, el más importante de los cuales es el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS). El Gobierno de Siria ha defendido que la ofensiva es parte de su lucha contra el terrorismo en el país.
A punto de cumplirse el noveno aniversario del inicio de la guerra civil en Siria, el Gobierno de Al Assad ya ha recuperado el control de casi todo el territorio sirio, a excepción de zonas de Idlib y partes del norte y el noreste del país, donde operan milicias kurdas y grupos rebeldes apoyados por Ankara tras su ofensiva contra los grupos kurdos en la zona fronteriza.