MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha reclamado este martes a Turquía que ponga fin a sus bombardeos contra la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG) en Siria.
"Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU están preocupados por los ataques turcos en varias regiones sirias", ha dicho el embajador venezolano, Rafael Ramírez, quien ocupa la presidencia pro témpore del organismo.
Ramírez ha explicado que el organismo recibió una carta del Gobierno sirio condenando los ataques turcos, agregando que "todos los miembros del Consejo de Seguridad (...) han acordado pedir a Turquía que respete el Derecho Internacional".
En este sentido, ha destacado la importancia de que los kurdos participen en el proceso de paz, afirmando que "es un asunto defendido por algunos países, entre ellos Venezuela".
"Lo que es importante es que los kurdos están combatiendo contra los grupos terroristas sobre el terreno, y este es un factor importante para todos", ha apuntado, según ha informado la agencia rusa de noticias Itar Tass.
Durante el fin de semana murieron al menos 29 milicianos de las YPG en los ataques de la artillería turca sobre Azaz, según reveló el domingo un comandante turcomano de la coalición de grupos insurgentes Jabhat Shamiya.
El apoyo de Estados Unidos a las YPG ha sido motivo de disgusto para Ankara, que considera a esta organización afín al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), principal organización armada separatista kurda activa en Turquía.
ALTO EL FUEGO
Por otra parte, Ramírez ha indicado que el organismo ha expresado su compromiso con el acuerdo alcanzado la semana pasada en Munich, expresando su deseo de que todas las partes en conflicto trabajen para lograr un alto el fuego "que permita el acceso humanitario a todo el territorio".
El embajador venezolano ha reconocido además que el Consejo de Seguridad ha debatido los bombardeos ejecutados el lunes contra hospitales y escuelas en el norte de Siria, que se saldaron con al menos 50 muertos, si bien ha dicho que "no ha habido acuerdo" debido a las "diferentes fuentes" de información.
"Todo el mundo está preocupado por los bombardeos contra instalaciones humanitarias", ha recalcado, añadiendo que el organismo está intentando conseguir "más información".
Naciones Unidas ha denunciado la muerte de al menos 50 civiles en ataques contra hospitales y colegios en las provincias sirias de Alepo e Idlib, recordando que se trata de "una flagrante violación del Derecho Internacional".
Los residentes locales han responsabilizado a los bombardeos rusos, denunciando que los aviones del Kremlin han sido más numerosos y las municiones más potentes que las empleadas normalmente por el Ejército sirio.