NACIONES UNIDAS, 25 May. (Reuters/EP) -
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado este miércoles acabar con las sanciones y el embargo de armas sobre Liberia, debido al éxito del proceso de estabilización del país africano, más de una década después de que tuviera lugar una guerra civil que duró 14 años y que acabó con la vida de unas 250.000 personas.
La resolución, adoptada de forma unánime por los quince estados del Consejo, ha celebrado el "progreso constante llevado a cabo por el Gobierno liberiano en la tarea de reconstruir Liberia para el beneficio de todos".
El embajador adjunto de Estados Unidos ante la ONU, David Pressman, ha acogido de forma positiva la medida, defendiendo que las sanciones dirigidas a individuos clave, el embargo de armas y la prohibición de exportar madera y diamantes en bruto establecida por Naciones Unidas al país africano han contribuido de manera fundamental a la estabilidad del país.
"Liberia continúa consolidando su progreso y el Consejo de Seguridad ha concluido que se ha cumplido con los criterios necesarios para finalizar las sanciones", ha declarado. Washington quiere que Liberia continúe fortaleciendo sus agencias de seguridad para mejorar la supervisión del tráfico de armas y el control de sus fronteras, según ha añadido Pressman.
Esta decisión disuelve de forma oficial el Comité de Sanciones a Liberia de la ONU y el panel de expertos que han estado supervisado la implementación del embargo de armas y el resto de medidas, que han estado en vigor desde el año 2003. Sin embargo, fue en 1992 cuando Naciones Unidas estableció por primera vez un embargo de armas sobre Liberia.
Liberia, un país fundado por descendientes de antiguos esclavos americanos liberados, sufrió una terrible guerra civil desde 1989 hasta 2003. El conflicto dio comienzo cuando Charles Taylor y sus seguidores invadieron el condado de Nimba en 1989, en un intento de derrocar al Gobierno de entonces, desatando una terrible ola de violencia. Taylor, que logró llegar al poder y fue presidente del Gobierno de Liberia de 1997 a 2003, fue sentenciado en 2012 a 50 años de prisión por crímenes de guerra y contra la humanidad.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ya levantó el año pasado la prohibición que impedía viajar y congelaba los activos de aquellos individuos que fueran considerados como un peligro para la estabilidad de Liberia. Estados Unidos, por su parte, retiró las sanciones económicas que había impuesto de forma individual en Liberia el pasado noviembre.
Los temores relacionados con el uso de los denominados como 'diamantes de sangre' para financiar este tipo de guerras sirvieron de motivación para la creación del Proceso Kimberley, un programa respaldado por la ONU que certifica los orígenes de cada diamante en circulación. El proyecto, que fue puesto en marcha en 2002, tras las devastadoras guerras de Angola, Sierra Leona y Liberia, ha conseguido dificultar de sobremanera el tráfico de diamantes conflictivos.