NUEVA YORK, 25 Abr. (Reuters/EP) -
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha pedido este lunes al secretario general, Ban Ki Moon, que en el plazo de un mes presente un plan detallado para lograr la paz en Yemen, devastado por un año de guerra civil.
Los 15 miembros del máximo órgano ejecutivo de la ONU han adoptado por unanimidad una declaración en la que instan a Ban a "presentar un plan dentro de 30 días explicando cómo puede apoyar la Oficina del Enviado Especial en la próxima fase de su trabajo con las partes".
También han urgido a las facciones enfrentadas en Yemen a "desarrollar una hoja de ruta para aplicar medidas de seguridad provisionales, especialmente a nivel local, las retiradas de tropas, la entrega de armas y la restauración de las instituciones estatales".
El Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi, apoyado por una coalición internacional liderada por Arabia Saudí, y los huthis, que cuentan con el apoyo de las fuerzas del ex presidente Alí Abdulá Salé, han pactado una tregua e iniciado un diálogo de paz.
Sin embargo, ambas partes se han acusado mutuamente de violar el alto el fuego. "No estamos viendo el cese de hostilidades que desearíamos", ha admitido el portavoz de Ban, Stephane Dujarric, en declaraciones a los medios de comunicación.
El enviado especial para Yemen, Ismail Uld Cheij Ahmed, ha revelado además que "existen diferencias significativas" entre las partes, a pesar de que "hay consenso sobre la necesidad de lograr la paz y de trabajar de forma intensa para obtener un acuerdo".
La guerra en Yemen empezó el 26 de marzo de 2015, cuando Arabia Saudí y sus aliados regionales lanzaron la 'Operación Tormenta Definitiva', con la intención declarada de "repeler a las milicias huthis, Al Qaeda y el Estado Islámico" en Yemen.
Las monarquías del Golfo Pérsico temen que la influencia de Irán en la región se extienda con el ascenso de los huthis al poder, en medio de la inestabilidad generada por el conflicto iraquí y la guerra en Siria.
La crisis política en Yemen, fruto de las disputas intestinas no resueltas con la caída del Gobierno de Salé, en 2011, se agravó en septiembre de 2014 con la irrupción en la capital, Saná, de los rebeldes chiíes.
Los huthis, que históricamente han reivindicado mayor autonomía para el norte de Yemen, llevaron a Hadi y su Gobierno a dimitir en bloque y huir a Riad, evidenciando así la pugna por el control del país más pobre del Golfo.