Actualizado: viernes, 27 octubre 2017 6:57


MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha expresado este jueves su preocupación por los últimos enfrentamientos entre el Ejército de Irak y los peshmerga, pidiendo "un diálogo constructivo" para "reducir las tensiones".

El presidente del organismo, el embajador francés ante la ONU François Delaterre, ha recalcado que "los países miembro (...) expresan su preocupación por el aumento de las tensiones y las informaciones de violencia entre las fuerzas federales de Irak y los peshmerga"

Así, ha dicho que el Consejo de Seguridad de la ONU "pide a todas las partes que eviten la amenaza y uso de la fuerza y que participen en un diálogo constructivo facilitado por Naciones Unidas (...) como vía para reducir las tensiones y un medio para preservar la unidad de Irak".

"Los países miembro reafirman su respeto por la soberanía, integridad territorial de Irak y reafirman la importancia de seguir centrados en los esfuerzos para derrotar a Estado Islámico", ha remachado.

Las declaraciones de Delaterre han llegado horas después de que las autoridades de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí aseguraran haber repelido la ofensiva del Ejército y las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) --una coalición de milicias principalmente chiíes-- contra las posiciones de los peshmerga cerca de Mosul.

El Consejo de Seguridad del Kurdistán iraquí denunció a primera hora del jueves un ataque con artillería por parte de las fuerzas iraquíes, asegurando que estaban intentando avanzar desde la localidad de Zumar.

Así, recalcó que "las fuerzas iraquíes han continuado bombardeando las posiciones de los peshmerga", al tiempo que subrayó que "los peshmerga seguirán defendiendo sus posiciones contra la agresión gratuita por parte de Irak".

"Estos ataques deben terminar inmediatamente. Irak debe retirar todas las fuerzas y regresar a las negociaciones para hacer frente alas diferencias políticas", manfestó el Consejo de Seguridad del Kurdistán.

En este sentido, pidió a la comunidad internacional "que denuncie el comportamiento irresponsable de Irak durante las últimas dos semanas", denunciando que "ha desestabilizado las zonas más seguras del país, desplazado a más de 150.000 personas y creado peligrosos vacíos de seguridad".

La ofensiva del Ejército iraquí y las FMP fue lanzada apenas un día después de que las autoridades de la región semiautónoma ofrecieran suspender los resultados del referéndum de independencia del 25 de septiembre, un alto el fuego y la apertura de negociaciones.

Sin embargo, el primer ministro de Irak, Haider al Abadi, ha rechazado este jueves la oferta, resaltando que "no se aceptará más que la cancelación (de los resultados) y el respeto a la Constitución".

Las tropas del Gobierno central iraquí recuperaron el 16 de octubre el control de Kirkuk, poco después de que los peshmerga abandonaran la zona, en el marco de una serie de iniciativas emprendidas como represalia por la celebración del referéndum independentista del 25 de septiembre.

Los avances militares han seguido en estos últimos días, hasta el punto de que las fuerzas kurdas habrían renunciado ya a todas las áreas donde habían ganado influencia en estos últimos años. "Hemos retrocedido el reloj a 2014", afirmó el jueves un comandante militar iraquí en declaraciones a la agencia británica de noticias Reuters.

El territorio que controlaban hasta ahora los peshmerga queda oficialmente fuera de los límites del Gobierno Regional del Kurdistán, aunque se trata de zonas en disputa cuyo futuro sigue sin resolverse, a pesar de que teóricamente la Constitución establece un plan para que decidan si quieren inclinarse por Erbil o por Bagdad.

La región del Kurdistán iraquí, en el norte del país, es autónoma e independiente 'de facto' desde la guerra de Irak de 1991 y cuenta con su propio ejército, los peshmerga. Es una de las cuatro regiones históricas del Kurdistán junto con la región kurdo-siria (Rojava), el sureste de Turquía y el noroeste de Irán.

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