Horst Seehofer (L), Angela Merkel Y Martin Schulz
BERND VON JUTRCZENKA/DPA
Publicado: lunes, 22 enero 2018 11:54

El deseo de los socialdemócratas de cambiar el preacuerdo podría suponer un escollo en la negociación

BERLÍN, 22 Ene. (DPA/EP) -

Los conservadores de la canciller Angela Merkel y un Partido Socialdemócrata (SPD) dividido en su apoyo a un Gobierno de coalición quieren comenzar rápido con las conversaciones formales para contar lo antes posible con un nuevo Ejecutivo en Alemania, casi cuatro meses después de las elecciones.

Los líderes del SPD se encuentran bajo presión después de la escasa mayoría de un 56,4 por ciento obtenida en el congreso extraordinario del domingo, en Bonn, a favor de reeditar la gran coalición con Merkel de la pasada legislatura.

El líder del SPD, Martin Schulz, ha indicado este lunes que se verá hoy mismo con la canciller y con el líder de la CSU, Horst Seehofer, según informa Reuters.

Los problemas de la cúpula para convencer a sus delegados obligan al SPD a intentar lograr mejoras en el preacuerdo alcanzado a mediados de enero. "La Unión --formada por la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel y la Unión Cristiano Social (CSU)-- debe moverse, si no al final no habrá coalición", ha advertido el vicepresidente del SPD, Ralf Stegner, en declaraciones a DPA.

Los conservadores se mostraron especialmente molestos con las reclamaciones del SPD de mejorar el preacuerdo logrado tras una semana de intensas reuniones en ámbitos como el sector laboral, el sanitario o la política de refugiados.

La cúpula del socio bávaro de Merkel, la CSU, se mostró ya el domingo por la noche en contra de cambiarlo. "No hubo voto alguno que dijera que esto es negociable", declaró su líder, Horst Seehofer. Mientras, la presidenta del grupo parlamentario del SPD, Andrea Nahles, advirtió a su partido de no hacerse elevadas expectativas al respecto.

En el congreso extraordinario del SPD se dio luz verde a las negociaciones, pero se reclamó al mismo tiempo volver a hablar sobre temas como poner fin a "la sanidad de dos clases", es decir, el fin del trato discrecional entre el seguro privado y el público de salud, la abolición de los contratos temporales sin causa y una reglamentación más dura para la reagrupación de las familias de los refugiados.

LOS CONSERVADORES, REACIOS A CAMBIOS EN EL PREACUERDO

La cúpula del partido incorporó en el último momento estas tres demandas en la moción general que sometió a votación para tender un puente hacia los más escépticos. Los democristianos ya avisaron de que no están dispuestos a modificar sustancialmente el preacuerdo de 28 páginas.

Aunque aún no se ha establecido un calendario concreto, el objetivo de los conservadores es contar con un Gobierno ya antes de Semana Santa. Sin embargo, el contrato de coalición deberá ser sometido antes al voto de los más de 400.000 militantes del SPD como ya sucediera en la anterior gran coalición.

"Es normal que el SPD quiera volver a hablar sobre puntos nuevos. No obstante, no pueden ser puntos que obligarían a reformular el resultado de los contactos preliminares", ha subrayado la ministra principal del Sarre, Annegret Kramp-Karrenbauer, de la CDU, al diario alemán 'Rheinische Post'.

Por su parte, el consejo económico de la CDU ha advertido de que la Unión no puede "ceder ni un milímetro más" respecto al SPD. Ya los acuerdos alcanzados en las reuniones previas suponen "una gran prueba para Alemania como potencia económica y para sus puestos de trabajo", ha indicado el secretario general del consejo económico, Wolfgang Steiger, al diario alemán 'Bild'.

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