MADRID 10 Sep. (EDIZIONES) -
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, han anunciado en la madrugada del sábado la aprobación de un acuerdo entre ambos países para imponer un "cese de hostilidades" en Siria.
El nuevo pacto es el resultado de trece horas de intensas negociaciones durante la jornada del viernes en Ginebra entre las delegaciones de los Gobiernos de Estados Unidos y Rusia. El jefe de la diplomacia estadounidense ha confiado en que suponga un punto de inflexión para lograr que Siria avance hacia la paz, tras el fracaso de los anteriores acuerdos de alto el fuego.
El pacto anunciado por Kerry y Lavrov establece que el cese de los combates será efectivo desde la puesta de sol del próximo lunes 12 de septiembre --coincidiendo con la celebración del Eid al Adha, la Fiesta del Cordero-- y se prolongará durante siete días.
Durante este periodo, según la prensa estadounidense y rusa, el Ejército sirio deberá suavizar el cerco que mantiene sobre las zonas controladas por los rebeldes en la ciudad de Alepo, con el objetivo de que pueda llegar la ayuda humanitaria a los civiles sitiados. Por su parte, las fuerzas rebeldes detendrán los combates en zonas bajo control del régimen de Damasco.
El Ejecutivo sirio suspenderá además los ataques aéreos contra las zonas dominadas por los rebeldes en todo el país. El pacto sellado este sábado implica que tanto Rusia como Estados Unidos tendrán que presionar a sus aliados para que cumplan con el cese de hostilidades.
A Rusia le corresponderá lograr persuadir al régimen de Damasco para que se atenga a los términos del acuerdo y deje atacar las posiciones de las fuerzas rebeldes, mientras que Estados Unidos deberá encargarse de garantizar que los sublevados no siguen atacando a las fuerzas gubernamentales sirias.
Si la tregua de siete días de duración tiene éxito, Estados Unidos y Rusia pasarán a la siguiente fase del acuerdo, por la que se comprometen a coordinar sus objetivos militares y compartir la información de Inteligencia.
En esta fase, el régimen de Al Assad ya no estará autorizado para seguir atacando al grupo terrorista Frente Fatá al Sham, la antigua filial de Al Qaeda en Siria, y solo podrá combatir contra Estado Islámico. El objetivo del acuerdo es que las fuerzas militares de Rusia y de Estados Unidos actúen de forma coordinada para concentrarse en la lucha contra Estado Islámico y Frente Fatá al Sham.