BRASILIA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la constructora brasileña Andrade Gutierrez, Otávio Marques de Azevedo, ha cerrado un acuerdo con la Procuraduría General de la República que establece el pago de una multa de 260 millones de dólares por los sobornos que la empresa pagó para las obras del Mundial de Fútbol y de la compañía estatal Petrobras, entre otras.
Además de este acuerdo, Azevedo --que se encuentra preso desde el pasado 19 de junio-- también ha aceptado un acuerdo de delación para señalar a los implicados en la trama especificando el nombre de los políticos que se habrían beneficiado del esquema, de acuerdo con el diario 'O Estado de Sao Paulo'.
La multa de Andrade Gutierrez es la mayor que la Justicia brasileña ha aplicado a una empresa envuelta en la 'Operación Lava Jato' --que investiga el escándalo de corrupción en Petrobras-- y el dinero será destinado a resarcir a las compañías perjudicadas.
Hasta ahora, la multa más alta había sido para el grupo Camargo Corrêa, con 182 millones de dólares, aunque finalmente la empresa selló un acuerdo con el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) y redujo el valor del pago a 27 millones de dólares.
Además, gracias a un acuerdo de lenidad, Andrade Gutierrez consigue sortear la prohibición de acceder a nuevos contratos con el poder público, algo que es fundamental para su supervivencia porque cerca de la mitad de su facturación proviene del Estado.
Azevedo y otros dos ejecutivos de la empresa que se encontraban presos en el Complejo Medico-Penal en Pinhais, en el estado de Paraná, han sido trasladados a las instalaciones de la Policía Federal en Curitiba por razones de seguridad, de acuerdo a 'Folha de Sao Paulo'.
Andrade Gutierrez está acusada junto a Odebrecht de haber pagado sobornos por valor de 156 millones de dólares por la concesión de obras de Petrobras a agentes públicos.
ACUERDO DE DELACIÓN Y LENIDAD
Mediante el acuerdo de delación los ejecutivos implicados en el caso Petrobras pueden rebajar su pena si delatan a otras personas implicadas, mientras que el acuerdo de lenidad les permite obtener beneficios si admiten la implicación de las empresas en el esquema de corrupción.
Llegar a un acuerdo con Andrade Gutierrez no ha sido tarea fácil y las negociaciones se han alargado dos meses. Los mayores impedimentos para las conversaciones han sido el valor de la multa y la confesión por parte de la empresa de que los sobornos se habían efectuado.
Azevedo sólo ha aceptado confesar después de que otros ejecutivos de la empresa dijeran que iban a confirmar su participación en el esquema. El acuerdo aún debe ser aprobado por el juez Sergio Moro y por el magistrado Teori Zavascki.