BEIRUT, 30 Abr. (Reuters/EP) -
Alrededor de 30 ataques aéreos han alcanzado áreas controladas por los rebeldes en la ciudad siria de Alepo este sábado, en el noveno día consecutivo de bombardeos llevados a cabo por ambos bandos, mientras que la tregua declarada por el Ejército sirio ha aportado cierta calma en Damasco y el noroeste del país.
El Ejército sitio anunció este viernes a última hora un "régimen de calma" temporal o la tregua en los enfrentamientos. La tregua fue anunciada por Damasco para recuperar un acuerdo de alto el fuego más amplio, el cual al parecer se ha mantenido en la capital y sus barrios así como en Latakia, una provincia costera del noroeste. Alepo no está incluida en la tregua.
El aumento de la escalada en Alepo ha destruido prácticamente el acuerdo de alto el fuego negociado por Washington y Moscú en febrero, acabando con la vida de unas 250 personas desde el 22 de abril, según ha señalado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. También ha contribuido a la ruptura de las conversaciones de paz en Ginebra, las cuales abandonó la principal oposición la semana pasada.
Al menos cinco personas han muerto a primera hora de este sábado, en la última ronda de ataques aéreos sobre la ciudad, que se cree, están siendo llevados a cabo por los aviones del Gobierno sirio, según ha señalado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
El Observatorio con sede en Reino Unido, ha señalado que la cifra de civiles muertos en los bombardeos llevados a cabo por el Gobierno y los rebeldes en los vecindarios de Alepo desde el 22 de abril se encuentra cercano a 250 personas.
Estos datos incluyen las aproximadamente 140 personas muertas por fuerzas afines al Gobierno en ataques aéreos y bombardeos perpetrados en áreas bajo control rebelde, incluyendo a 19 niños, ha explicado la organización. Los bombardeos de la insurgencia en las áreas controladas por el Gobierno han matado a 96 personas, entre las que se incluyen 21 niños.
Alepo, la ciudad más grande de Siria antes de la guerra, ha quedado dividida entre zonas rebeldes y zonas afines al Gobierno. El control total de la ciudad podría suponer la mayor recompensa para el presidente Bashar al Assad, que ha estado luchando por mantener su país bajo control durante los cinco años que dura la guerra civil.
"ALGO MÁS DE TRANQUILIDAD"
El director del Observatorio Sirio, Rami Abdulrahman, ha señalado que las áreas controladas por el Gobierno en Alepo se encontraban "un poco más tranquilas hoy", pero que las bombas lanzadas por los rebeldes continuaban golpeando la zona de manera intermitente.
Por otro lado, en la zona suroeste "no se están produciendo choques ni en Latakia, ni en Ghouta", un barrio de Damasco, tan solo algunos episodios menores de violencia entre grupos rebeldes rivales a las afueras de Damasco, ha señalado Abdulraman, refiriéndose a la tregua en los enfrentamientos anunciada por el Gobierno.
Un vecino de Ghouta, barrio que se encontraba bajo el asedio impuesto por el Gobierno, ha señalado que los bombardeos "parecen haber cesado" alrededor de la capital en las horas posteriores al inicio de la tregua a la 1.00 hora local (0.00 hora peninsular española).
"No ha habido actividad militar ni se han escuchado bombardeos en las zonas cercanas. Tampoco se ha oído el sonido de los aviones de guerra", ha explicado uno de los vecinos, Maher Abu Jaafar, a Reuters. "Es justo lo contrario que la noche anterior, donde hubo un montón de bombardeos y se escuchaban los sonidos de los cohetes y las bombas", ha explicado.
Más tarde, los helicópteros sirios han lanzado varias bombas de racimo en el suroeste de Damasco, pero fuera del área donde la tregua en los combates debía tener lugar, ha explicado el Observatorio.
El comunicado del Ejército sirio, lanzado el viernes, no explicaba ningún detalle sobre las acciones militares y no militares que el "régimen de calma" debía entrañar. En el comunicado se señalaba que la tregua podría dudar 24 horas en la zona este de Ghouta y en Damasco y 72 horas en zonas del norte de Latakia.
Naciones Unidas ha hecho un llamamiento a Moscú y Washington para que ayuden a restaurar el alto el fuego y eviten el colapso completo de las negociaciones dirigidas a poner fin a un conflicto que ya ha causado la muerte a más de 250.000 personas y millones de desplazados.
Las agencias de ayuda han continuado distribuyendo ayuda en el oeste del país, pero han señalado que el acceso no es suficientemente regular y que hay muchos sirios cuyas necesidades no pueden ser satisfechas.
El Comité Internacional de la Cruz Roja ha señalado este sábado que la ayuda ha comenzado a llegar a las ciudades de Zabadani y Madaya, donde se había informado de la desnutrición que sufrían sus habitantes a principios de año debido al asedio de las fuerzas del Gobierno y sus aliados. Los camiones de ayuda han conseguido entrar también a Al Foua y Kefraya, en la provincia de Idlib, rodeadas por la insurgencia.