BOLZANO (ITALIA), 29 (Reuters/EP)
Unos 200 inmigrantes, procedentes en su mayoría de Eritrea, que se dirigían al norte de Italia han sido interceptados este viernes de madrugada por la Policía en los Alpes italianos y se han desplazado a pasar la noche a varias estaciones de tren.
Ya son más de 35.000 las personas que han desembarcado de manera ilegal en la costa italiana en lo que va de año y se calculan en cientos los que han perdido la vida en el mar. En este contexto, son varios los países de la Unión Europea que han pedido luchar para detener el flujo de inmigrantes procedentes desde el norte de África y Oriente Próximo y para compartir de manera más uniforme la carga que supone esta inmigración entre todos los Estados miembros.
Después de desembarcar en la costa sur de Italia, los inmigrantes suelen desplazarse hasta la zona norte con la esperanza de lograr entrar en Alemania o en los países nórdicos, que cuentan con economías más fuertes y generosas prestaciones sociales. Algunos inmigrantes ya cuentan con parientes en estas zonas.
Pero el último grupo en intentarlo ha sido retenido por la Policía de Italia y Austria tras haber intentado cruzar la frontera en un tren procedente de la localidad italiana de Brennero que se dirigía a territorio austriaco, según han informado a Reuters agentes de ambas nacionalidades, los propios inmigrantes y los reporteros que fueron testigos del suceso.
Los viajeros pueden cruzar las fronteras de forma normal, sin ningún tipo de control de pasaportes en la mayoría de zonas de la Unión Europea. Sin embargo, Alemania ha impuesto controles para prevenir cualquier protesta violenta en la cumbre del G7, que tendrá lugar en Munich el 7 y 8 de junio.
Esto ha llevado a Austria a reforzar los controles, especialmente debido a aquellos inmigrantes que, si son devueltos a Alemania, podrían solicitar asilo allí en lugar de en Italia.
"Hemos intentado meternos en los trenes de Alemania, pero la Policía nos ha detenido", ha afirmado Josef Michael Berhan, inmigrante de 40 años procedente de Eritrea, después de pasar la noche en la estación de Bolzano. Berhan, que busca asilo en Alemania o en Suecia, ha asegurado que no le queda más dinero después de haber pagado alrededor de 5.000 dólares a unos traficantes para llegar a Italia.
NUEVAS MEDIDAS COMUNITARIAS
Las normas de la Unión Europea estipulan que los inmigrantes en busca de asilo deben buscarlo en el país por el cual entran a la Unión, una política que pretendía prevenir abusos y solicitudes de asilo a varios países. Sin embargo, Italia y otros Estados fronterizos comienzan a calificar esta medida de insegura y poco práctica.
En un intento por ayudar a Italia y Grecia, que se han llevado la mayor carga de la inmigración procedente de África, la Comisión Europea ha elaborado un plan para repartir a 40.000 inmigrantes eritreos y sirios por otros Estados miembros.
Esto se ha encontrado con la resistencia de algunos gobiernos de países miembros. Reino Unido, por ejemplo, ha asegurado que no va a participar y algunos países del este están pidiendo que se organice un sistema voluntario.
Las restricciones fronterizas de Alemania han sido iniciadas esta semana y se espera que duren hasta el 16 de junio. La Policía italiana y austriaca también han pedido refuerzos para hacer frente a los posibles altercados.
El jueves por la noche alrededor de 100 inmigrantes, de los que fracasaron en su intento por cruzar la frontera, durmieron en la estación de Brennero, donde las temperaturas bajan hasta los 4 grados. Las decenas de inmigrantes restantes pasaron la noche sobre el suelo de mármol de la estación de Bolzano, un poco más abajo en el valle.
"Antes los inmigrantes cruzaban la frontera, ahora no lo hacen", ha afirmado el secretario local del sindicato policial Coisp, Fulvio Coslovi. "No obstante, está claro que si no encuentran otra forma de continuar su viaje, el número de inmigrantes sin techo se va a disparar durante este fin de semana", ha asegurado Coslovi.