BERLÍN, 7 Nov. (DPA/EP) -
El Partido de los Liberal Demócratas (FDP) y Los Verdes han logrado reactivar la negociaciones para formar gobierno en Alemania al ceder en dos de sus principales demandas, impuestos y energía, respectivamente, lo que aumenta las posibilidades de Angela Merkel de tener cerrado un acuerdo hacia mediados de mes.
Los liberales han accedido a limitar la reforma fiscal que prometieron en campaña para aliviar entre 30.000 y 40.000 millones de euros la carga de los contribuyentes alemanes, si bien han insistido en eliminar el impuesto solidario que se creó tras la caída del Muro de Berlín para reducir las desigualdades entre las partes oriental y occidental del país.
La formación ecologista, por su parte, no insistirá en fijar una fecha límite para el cierre de las centrales eléctricas alimentadas por carbón y para prohibir los coches con motores de combustión interna. "Para nosotros es igual si están fuera de funcionamiento para 2030 o 2032", ha dicho la líder de Los Verdes, Simone Peter.
Sin embargo, sí han incidido en la necesidad de poner en marcha nuevas medidas de protección medioambiental con el objetivo de que las emisiones de CO2 de Alemania se reduzcan un 40 por ciento hacia 2020, tomando como referencia los niveles de 1990.
A pesar de estas importantes cesiones, las conversaciones entre estos dos partidos la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel deben superar todavía sus diferencias en política migratoria, donde el socio bávaro de la CDU, la CSU, insiste en poner un cupo anual que limite a 200.000 las entradas de solicitantes de asilo en Alemania. Los Verdes ya han advertido de que se trata de una propuesta inaceptable por considerar que es inconstitucional.
Las partes llevan semanas negociando un acuerdo de gobierno y se han fijado el 16 de noviembre para lograrlo. Después, el pacto deberá ser ratificado por los propios partidos en cónclaves internos. El de Los Verdes, considerado el más crítico, está previsto para el 25 de noviembre.
La CDU ganó las elecciones federales del 24 de septiembre pero no con la mayoría necesaria para gobernar en y el Partido Social Demócrata (SPD) se ha negado a reeditar la gran coalición con los conservadores, lo que ha obligado a Merkel a buscar nuevos socios para el que será su cuarto mandato.