BANGKOK 2 Sep. (Reuters/EP) -
Las conversaciones de paz entre el Gobierno militar de Tailandia y la insurgencia independentista, cuya actividad se centra en el sur del país asiático, han finalizado este viernes sin ningún acuerdo, pero ambas partes han declarado que existe un compromiso mutuo de volver a reunirse, a pesar de que los rebeldes han negado su responsabilidad en una cadena de atentados el mes pasado.
Los grupos insurgentes actúan principalmente en las provincias meridionales de Yala, Pattani y Narathiwat, donde la mayoría de la población es musulmana. Desde que en 2004 se produjo una escalada de violencia, alrededor de 6.500 personas han muerto, según datos de la organización humanitaria Deep South Watch.
El proceso de paz entre el Gobierno y la insurgencia comenzó en 2013, cuando Yingluck Shinawatra estaba al frente del Gobierno tailandés como primera ministra. No obstante, cuando en 2014 un sector del Ejército tomó el poder, las negociaciones con los rebeldes del sur del país se paralizaron.
MARA Pattani, un grupo de convergencia en el participan representantes de los diferentes grupos insurgentes, ha declarado este viernes que a pesar de no haber conseguido llegar a un acuerdo de paz, ambos bandos se han comprometido a continuar con el diálogo.
El grupo ha señalado que tomará en consideración la propuesta del Gobierno tailandés de establecer "zonas seguras", como muestra de buena fe.
El general Aksara Kerdphol, el principal negociador del Gobierno tailandés, ha declarado que MARA Pattani ha negado su responsabilidad en la última oleada de violencia. El mes pasado, se produjeron dos explosiones en la localidad de Pattani, en las que cuatro personas perdieron la vida y más de una treintena resultaron heridas.
"El grupo nos ha dicho que no son responsables de esa violencia y que cooperarán con el Gobierno para crear una situación pacífica en el país", ha declarado Aksara.
Los expertos alegan que la organización que supuestamente estuvo detrás de las bombas, Barisan Revolusi Nasional, perpetró los ataques después de haberse retirado de las conversaciones.
Las autoridades tailandesas han desactivado un coche bomba en Kuala Lumpur este mismo viernes, horas antes de que empezaran las negociaciones. "Un equipo de desactivación de explosivos ha neutralizado esta mañana un dispositivo, un cilindro con 80 kilos con gas, escondido en el interior de un camión de leche", ha declarado el coronel Yutthanam Petchmuang, un portavoz del Ejército.