MADRID, 18 Ene. (EUROPA PESS) -
El coordinador humanitario de Naciones Unidas para los Territorios Palestinos Ocupados, Roberto Valent, ha expresado este miércoles su "profunda preocupación" por la decisión de Estados Unidos de congelar más de la mitad de los fondos que entrega a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).
"Estoy muy preocupado por la significativa reducción de la financiación a la UNRWA, que es fundamental para dar ayuda humanitaria en los Territorios Palestinos Ocupados", ha manifestado en su comunicado.
"Alrededor de 2,5 millones de palestinos en este área, o cerca de la mitad de la población, necesitan ayuda humanitaria, incluyendo los 1,4 millones de refugiados palestinos, que están entre los grupos más vulnerables en los Territorios Palestinos Ocupados", ha sostenido.
Así, Valent ha manifestado que "la reducción (de los fondos) es particularmente preocupante por el declive general en la financiación humanitaria en los Territorios Palestinos Ocupados en los últimos años".
"Cerca del 53 por ciento de los requisitos de financiación para intervenciones humanitarias en los Territorios Palestinos Ocupados en 2018 sob para actividades de la UNRWA", ha señalado.
Por ello, ha recalcado que "es crucial que las decisiones relacionadas con la financiación humanitaria se guíen por los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia", solicitando a la comunidad internacional que "aumente la financiación para satisfacer las necesidades humanitarias de los refugiados palestinos en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este, y la Franja de Gaza en este momento crítico".
Este mismo miércoles, el comisionado general de la UNRWA, Pierre Krahenbuhl, ha alertado de que está "en juego" el acceso a la educación de más de 500.000 niños refugiados palestinos tras la reducción de fondos de Estados Unidos asignados a la organización.
"Lo que está en juego es el acceso a educación de 525.000 niños y niñas en 700 escuelas de UNRWA y su futuro", ha asegurado Krahenbuhl en un comunicado. El comisionado general de UNRWA ha dicho que la contribución de 60 millones de dólares que ha anunciado Estados Unidos "está dramáticamente por debajo de los niveles anteriores" y ha recordado que en 2017 el Gobierno estadounidense dedicó "350 millones de dólares" a esta agencia de Naciones Unidas.
"Está en juego la dignidad y la seguridad humana de millones de refugiados de Palestina, que necesitan asistencia alimentaria de emergencia en Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania y la Franja de Gaza", ha subrayado.
LA DECISIÓN DE EEUU
Washington tenía previsto entregar a la UNRWA 125 millones de dólares (cerca de 102 millones de euros) el 1 de enero, pero dicha colaboración quedó paralizada a la espera de analizar a fondo la ayuda brindada a la Autoridad Palestina, que ha suspendido sus contactos con el Gobierno norteamericano a raíz de que el presidente del país, Donald Trump, reconociese Jerusalén como capital israelí.
Una fuente del Gobierno estadounidense ha confirmado que finalmente se entregarán 60 millones de dólares (unos 49 millones de euros) de esta partida, para garantizar la actividad de la agencia "en el futuro cercano", mientras que otros 65 millones (alrededor de 53 millones de euros) quedan a expensas de "consideraciones futuras".
Washington quiere que la UNRWA analice "la forma en la que trabaja y la forma en la que se financia", ya que echa en falta un mayor compromiso de otros países.
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, ha insistido en que el último anuncio "no tiene como objetivo castigar" a nadie, sino que se enmarca dentro de los esfuerzos de Washington para reformar la organización.
Trump recriminó a principios de este mes a los palestinos que no mostrasen "ningún aprecio o respeto" por los "cientos de millones de dólares" que recibían de Estados Unidos. "Ni siquiera quieren negociar el tan esperado tratado de paz con Israel", criticó el presidente en Twitter.
Trump ha endurecido su política hacia los palestinos desde el pasado 6 de diciembre, cuando anunció el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, acabando así con uno de los pocos puntos de consenso que había en este tema, según el cual el estatus de la Ciudad Santa debía decidirse en la mesa de negociaciones.