MONTABAUR (ALEMANIA), 26 Mar. (Reuters/EP) -
Andreas Lubitz, el copiloto de Germanwings al que el fiscal ha responsabilizado de haber estrellado intencionadamente el avión en los Alpes el martes matando a 150 personas, era un "tipo normal" y un "joven agradable" según los que le conocían en su localidad natal de Montabaur.
"Era un tipo completamente normal", cuenta Klaus Radke, director del club local del vuelo en el que Lubitz su primera licencia de vuelo hace años. Lubitz regresó el pasado otoño para un curso de actualización con Radke. "Le conocí, o debería decir volví a conocerle, como un joven muy agradable, divertido y educado", ha añadido Radke.
La pequeña localidad de 12.000 de Alemania occidental está conmocionada este jueves tras la noticia revelada por el fiscal de Marsella, Brice Robin, de que Lubitz habría estrellado de forma deliberada el avión.
Lubitz no tenía ninguna relación con grupos terroristas, ha señalado el ministro del Interior alemán, Thomas de Maiziere.
Aparentemente, llevaba una vida activa, corría la media maratón en un buen tiempo y mostraba interés por la música pop y los night-clubs, según su página en Facebook, que también muestra una foto de Lubitz junto al puente Golden Gate en San Francisco.
"Estoy simplemente sin palabras. No tengo ninguna explicación para esto. Conociendo a Andreas, esto es algo inconcebible para mí", afirma Peter Ruecker, miembro del club de vuelo y que conocía a Lubitz bien.
"Andreas era un joven muy agradable que recibió su formación aquí y que era miembro del club", explica Ruecker. "Nos los pasamos muy bnien, aunque a veces quizá era un tanto silencioso. Era un chico como otro cualquiera aquí", añade.
Cerca de la pequeña casa blanca en la localidad en la que vivía Lubitz y donde la Policía rápidamente ha montado guardia, Hans-Juergen Krause, un vecino, asegura estar "realmente conmocionado" por la noticia.
Armin Pleiss, director del instituto Mons-Tabor-Gymnasium en el que Lubitz se graduó en 2007, también coincide. "Estoy tan conmocionado y sosprendido como vosotros", afirma. Lubitz asistió al centro, de 1.300 estudiantes, antes de que Pleiss fuera director.
Lubitz fue formado en la academia de entrenamiento de pilotos de Lufthansa en Bremen, que no ha querido hablar sobre él. Su club local de vuelo ha colgado un crespón negro en su web con el número del vuelo y el nombre "Andreas".
"Tenía muchos amigos, no era un solitario", asegura Ruecker. "Estaba integrado en el grupo. Nuestro club está compuesto principalmente de jóvenes que aprenden cómo pilotar planeadores y quizá, como fue su caso, dan el salto a la aviación comercial", añade.