LONDRES, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
La primera ministra de Reino Uhido, Theresa May, y el principal líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, han celebrado este miércoles una inédita reunión con la que aspiran a acercar posturas de cara al pulso que previsiblemente librará Londres con Bruselas, después de que la UE haya dejado claro que no renegociará el acuerdo del Brexit.
Un día después de que la Cámara de los Comunes instase a May a renegociar el Tratado de Retirada y a garantizar que no habrá una ruptura sin acuerdo el 29 de marzo, la 'premier' y el líder laborista se han reunido durante 45 minutos en la oficina que la jefa de Gobierno tiene en la principal sede parlamentaria.
Una portavoz laborista ha descrito el encuentro como útil y ha considerado que tanto May como Corbyn estaban "comprometidos" con seguir dialogando, para lo cual han acordado volver a verse pronto, según informa la radiotelevisión pública británica, BBC.
El encuentro ha llegado tras no pocos reproches entre ambos, los últimos de ellos este mismo miércoles, durante una sesión de control en la Cámara de los Comunes. En ella, Corbyn le instó a May a dejar de lado cualquier 'línea roja' de cara a sus nuevas conversaciones con Bruselas.
La primera ministra, por su parte, ha acusado al líder opositor de no tener "ningún plan" para el Brexit. "No basta con rechazar un acuerdo, tienes que apoyar alguno", ha advertido May ante los diputados, en el marco de una comparecencia en la que ha vuelto a admitir que la salvaguarda contemplada para la frontera irlandesa sigue siendo el principal obstáculo para el consenso.
Los principales líderes europeos, sin embargo, han dejado claro este miércoles que, independientemente de lo que haya votado la Cámara de los Comunes, el Tratado de Retirada está ya cerrado y no cabe ni siquiera una reapertura para revisar el 'backstop', como se conoce en la jerga comunitaria al plan de emergencia para la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte.
Un portavoz de Downing Street ha admitido que el proceso "no será fácil", pero se ha mostrado confiado que se superarán las "reticencias" de la parte europea. "Los hechos son muy claros: la UE quiere que Reino Unido se vaya con un acuerdo, nosotros queremos irnos con un acuerdo, el acuerdo alcanzado fue rechazado por el Parlamento por 230 votos de diferencia (...), por lo que tenemos que hacer cambios para lograr el apoyo parlamentario", ha esgrimido, según la agencia Reuters.