Corea del Norte ha lanzado este viernes un misil balístico que ha sobrevolado Japón y ha impactado cerca de 2.000 kilómetros al este de la isla de Hokkaido, según ha informado el Gobierno japonés. El Ejército surcoreano ha indicado que Pyongyang ha lanzado el proyectil en dirección al mar del Este --también conocido como mar de Japón--, si bien Tokio ha señalado posteriormente que el mismo ha sobrevolado su territorio. Las autoridades japonesas han pedido a la población que se aleje de cualquier objeto que pudiera ser restos del proyectil, según ha informado la cadena de televisión pública japonesa, NHK. El portavoz del Gobierno japonés, Yoshihide Suga, ha condenado firmemente el lanzamiento, agregando que por el momento no hay informaciones sobre daños en el territorio del país. Asimismo, ha subrayado que no hay tampoco informaciones sobre daños a los barcos y aviones que operaban en la zona por la que ha pasado el proyectil, prometiendo tomar todas las medidas necesarias para proteger a la población. Por su parte, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, ha anunciado que presidirá en unas horas una reunión del Consejo de Seguridad Nacional para abordar este último lanzamiento, tal y como ha recogido la agencia surcoreana de noticias Yonhap. El lanzamiento ha tenido lugar un día después de que Corea del Norte amenazara con "hundir" Japón y reducir Estados Unidos a "cenizas y oscuridad" por apoyar la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que impuso nuevas sanciones a Pyongyang por su último ensayo nuclear. "Las cuatro islas del archipiélago (de Japón) deben ser hundidas en el mar por la bomba nuclear del Juche. Ya no es necesario que Japón siga existiendo a nuestro lado", dijo el Comité para la Paz en Asia-Pacífico de Corea del Norte. Asimismo, prometió "reducir el territorio continental estadounidense a cenizas y oscuridad". "Descarguemos nuestro rencor con la movilización de todos los medios de represalia preparados hasta ahora", señaló. El comunicado tildó además a Corea del Sur de "traidores y perros" de Estados Unidos y pidió la disolución del Consejo de Seguridad de la ONU, argumentando que es "una herramienta del mal" integrada por países "sobornados" que actúan según las órdenes de Washington. La reacción de Pyongyang llegó en respuesta a la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de aprobar por unanimidad imponer a Corea del Norte el paquete de sanciones más duro contra el país hasta la fecha. Corea del Norte ha llevado a cabo en los últimos años numerosas pruebas nucleares y balísticas --la última de ellas un ensayo nuclear el 3 de septiembre-- que se han traducido en un endurecimiento del régimen de sanciones internacionales, lo que no ha servido para disuadir a Kim Jong Un. Las autoridades norcoreanas justifican su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos. Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.