Actualizado: martes, 6 junio 2017 3:54


MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Corea del Norte ha rechazado la oferta de varios grupos civiles y religiosos surcoreanos de retomar los contactos a nivel civil, en protesta contra el apoyo de Seúl a las últimas sanciones anunciadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Pyongyang.

La organización Korean Sharing Movement ha afirmado este lunes que aplaza sus planes para entregar ayuda contra la malaria a Corea del Norte tras ser notificado de la decisión por parte de las autoridades norcoreanas.

"Hemos decidido aplazar nuestros planes para entregar el material y visitar Corea del Norte para cooperar", ha dicho el secretario general del grupo, Kang Young Sik, según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

Por su parte, un miembro de la Conferencia de Religiones de Corea por la Paz ha señalado que "Corea del Norte ha enviado un mensaje diciendo que es inapropiado que ambas Coreas hablen de paz cuando Corea del Sur apoya las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra el país".

El Gobierno de Corea del Sur anunció el 22 de mayo que planea reiniciar la entrega de ayuda humanitaria a Corea del Norte y los intercambios bilaterales a nivel civil, sin afectar al régimen de sanciones impuesto contra Pyongyang. Hasta la fecha ha aprobado las peticiones de 15 grupos en este sentido.

En mayo de 2010, Corea del Sur impuso sanciones prohibiendo los intercambios entre ambos países para castigar a Corea del Norte por su ataque contra un buque de guerra surcoreano.

Asimismo, Seúl cerró en febrero de 2016 el complejo industrial de Kaesong --uno de los pocos ejemplos de cooperación bilateral-- en respuesta a las pruebas nucleares y balísticas realizadas en enero de ese año por Pyongyang.

Moon ha defendido que responderá con dureza a las provocaciones militares de Corea del Norte, si bien ha argumentado que un estancamiento de las relaciones no ayudará a lograr la estabilidad en la península.

Estos anuncios por parte de Corea del Sur han llegado en medio de las últimas pruebas balísticas por parte de Corea del Sur, que ha lanzado tres misiles en las últimas tres semanas.

El Gobierno de Kim Jong Un ha llevado a cabo varias pruebas nucleares y balísticas en los últimos años que han reavivado la tensión en la península de Corea.

En respuesta, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha dado por terminada la era de la "paciencia estratégica" y ha amenazado incluso con una intervención militar.

Corea del Norte justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.

Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.

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