MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Corea del Sur ha aprobado este viernes otras ocho peticiones formuladas por organizaciones civiles y grupos religiosos para mantener contactos con organizaciones civiles norcoreanas con el objetivo de entregar ayuda humanitaria.
El Ministerio de Unificación ha resaltado que ha dado 'luz verde' a los planes de dos organizaciones humanitarias y seis grupos religiosos del país, afirmando que Seúl "revisará de forma flexible los intercambios civiles entre las dos Coreas".
Según las informaciones recogidas por la agencia surcoreana de noticias Yonhap, los grupos que han recibido la aprobación pretenden dar ayuda alimentaria y médica a niños en Corea del Norte.
La decisión ha sido adoptada al hilo de la tomada el 26 de mayo, cuando las autoridades surcoreanas dieron el visto bueno a Korean Sharing Movement para que mantuviera contactos civiles con norcoreanos, en la primera medida en este sentido desde la llegada a la Presidencia de Moon Jae In.
El Gobierno de Corea del Sur anunció el 22 de mayo que planea reiniciar la entrega de ayuda humanitaria a Corea del Norte y los intercambios bilaterales a nivel civil, sin afectar al régimen de sanciones impuesto contra Pyongyang.
En mayo de 2010, Corea del Sur impuso sanciones prohibiendo los intercambios entre ambos países para castigar a Corea del Norte por su ataque contra un buque de guerra surcoreano.
Asimismo, Seúl cerró en febrero de 2016 el complejo industrial de Kaesong --uno de los pocos ejemplos de cooperación bilateral-- en respuesta a las pruebas nucleares y balísticas realizadas en enero de ese año por Pyongyang.
Moon ha defendido que responderá con dureza a las provocaciones militares de Corea del Norte, si bien ha argumentado que un estancamiento de las relaciones no ayudará a lograr la estabilidad en la península.
Estos anuncios por parte de Corea del Sur han llegado en medio de las últimas pruebas balísticas por parte de Corea del Sur, que ha lanzado tres misiles en las últimas tres semanas.
El Gobierno de Kim Jong Un ha llevado a cabo varias pruebas nucleares y balísticas en los últimos años que han reavivado la tensión en la península de Corea.
En respuesta, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha dado por terminada la era de la "paciencia estratégica" y ha amenazado incluso con una intervención militar.
Corea del Norte justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.