MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Corea del Sur han iniciado este jueves las labores para sacar del agua el ferry 'Sewol', casi tres años después de que éste se hundiera dejando tras de sí más de 300 muertos en uno de los peores accidentes marítimos que ha sufrido el país.
Los equipos encargados de los trabajos de recuperación de la embarcación han logrado sacar una parte del ferry en torno a las 4.00 horas en un proceso en el que participan dos grandes barcazas. Un portavoz del Ministerio de Pesca y Océanos ha indicado que se cree que esta parte podría ser el "estabilizador" del mismo, un rotor que evita que la embarcación circule demasiado rápido cuando hay fuertes vientos.
El ferry, de más de 6.800 toneladas, tardará en salir al exterior por completo unos ocho días. "Necesitaremos unos ocho días para sacarlo del agua y trasladarlo al puerto", ha señalado el portavoz, matizando que se requerirán otros cuatro días adicionales para situarlo en un dique seco, tal y como ha recogido la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Antes de los trabajos de recuperación del barco, éste había sido levantado a un metro del fondo de mar a modo de prueba, para que los expertos comprobaran si la embarcación estaba lista para ser extraída.
Los trabajos de recuperación del barco dependerán en gran medida de las condiciones atmosféricas y de la situación de las aguas. De hecho, antes de iniciar el procedimiento se evaluó, durante varias horas, la situación del mar, garantizando que las olas no superaran el metro de altura y la velocidad del viento no excediera los 10 metros por segundo.
El proyecto de recuperación de la embarcación --que el Gobierno decidió sacar el agua para minimizar en la medida de lo posible que se dañen los restos de las personas que fallecieron en el accidente y cuyos restos aún no han aparecido-- tiene un coste total de 85.000 millones de wones (más de 70 millones de euros).
El ferry, de 6.825 toneladas y que hacía la ruta desde la ciudad portuaria de Incheon hasta la isla turística de Jeju, se hundió el 16 de abril de 2014 cuando navegaba frente a la isla de Jindo, en el suroeste de Corea del Sur. El capitán fue condenado el año pasado a cadena perpetua por la muerte de 304 personas.