MADRID 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de la provincia de Gyeonggi, en el norte de Corea del Sur, han designado este martes once "zonas de peligro" en las ciudades de Paju, Gimpo y Yeoncheon para evitar que desertores norcoreanos y activistas lancen desde la zona panfletos contrarios a Pyongyang, algo que podría acabar "poniendo en peligro la vida y la seguridad" de los residentes de la región, tal y como han expresado.
El vicegobernador de la provincia, Kim Seong Jung, ha señalado que "a medida que las relaciones intercoreanas se deterioran rápidamente, la situación amenaza la seguridad de los residentes" de estas zonas, según ha recogido la agencia de noticias Yonhap.
Así, ha señalado que se trata de una respuesta a los últimos movimientos militares de Corea del Norte en la frontera 'de facto' que separa las dos Coreas y ha alertado de que durante las próximas horas podrían registrarse disparos de artillería en caso de que la tensión siga aumentando con la distribución de panfletos propagandísticos contra Corea del Norte.
"El acto de esparcir panfletos contra Corea del Norte es extremadamente peligroso dada la crisis actual, que podría desencadenar un conflicto militar", ha aseverado antes de matizar que tiene previsto desplegar unidades especiales de la Policía en las zonas designadas para acabar con la distribución de octavillas y hacer que los responsables "rindan cuentas".
Las autoridades tienen previsto "movilizar todos los poderes administrativos disponibles" para proteger la vida y la seguridad de los residentes e impedir las actividades ilegales en la zona fronteriza. "La ansiedad y el sufrimiento de los residentes en las zonas fronterizas es cada vez mayor, y algunos se quejan de que no pueden dormir sin tomar medicinas a causa de los inesperados globos de basura", ha aclarado.
"Por favor, entiendan que designar zonas de riesgo es la medida administrativa mínima para proteger la vida y la seguridad de sus residentes. Les pido su cooperación activa", ha dicho Kim.
La medida llega tan solo horas después de que Corea del Norte haya llevado a cabo explosiones controladas para destruir varios tramos de las carreteras que conectan ambos países, una medida que llega después de que Pyongyang amenazara con el cierre "permanente" de la frontera 'de facto' entre Corea del Norte y Corea del Sur.