MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Corea del Sur ha anunciado este viernes que ha incluido a 15 personas y 16 instituciones norcoreanas en su 'lista negra', medida que constituyen las primeras sanciones unilaterales en cinco años.
"El Gobierno de Corea del Sur condena enérgicamente las recientes provocaciones con misiles de Corea del Norte con una frecuencia sin precedentes, asumiendo el uso de armas nucleares tácticas contra nosotros", indica un comunicado de prensa del Ministerio de Exteriores surcoreano.
En dicho comunicado, publicado en su página web, la cartera especifica que "las 15 personas designadas como objeto de sanciones pertenecen a la Segunda Academia de Ciencias Naturales y la Asociación de Comercio Salarial, que están sujetas a las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Corea del Norte".
"Por otro lado, 16 instituciones sujetas a sanciones están involucradas en los programas nucleares a través de investigación y desarrollo de armas de destrucción masiva y adquisición de materiales; envío de trabajadores norcoreanos; contrabando de barcos con minerales y crudo, etcétera", añade la misiva.
Estas instituciones pertenecen al Ministerio de Cohetes, a GENCO --empresa constructora dependiente de la Dirección de Orientación Externa de la Construcción--; la Oficina Nacional de Inspección Marítima, la Oficina de Industria de Petróleo Crudo, y numerosas compañías.
El Ministerio recuerda que estas sanciones del Gobierno de Yoon Suk Yeol contra el régimen de Kim Yong Un es el primer paquete desde diciembre de 2017. "Esperamos que (estas sanciones) tengan el efecto de despertar la conciencia en la comunidad nacional e internacional", incide el texto.
Las sanciones se producen cuando han aumentado las tensiones en la región, después de que Corea del Norte haya intensificado el lanzamiento de misiles balísticos en las últimas semanas, actitud que genera preocupación por una posible prueba nuclear.
Estos ensayos están prohibidos por resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. No obstante, Pyongyang justifica su actuación en respuesta a las maniobras militares estadounidense-surcoreanas que considera un ensayo de invasión.
En la madrugada del 4 de octubre, Pyongyang lanzó un misil balístico de alcance intermedio que sobrevoló territorio de Japón para caer en el océano Pacífico, fuera del espacio aéreo nipón, hecho que no ocurría desde 2017.