MADRID, 15 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, seguirá intentando abrir un diálogo con Corea del Norte a pesar del último lanzamiento de un misil balístico por parte de Pyongyang, según ha asegurado este lunes un asesor del mandatario.
El asesor, Yang Moo Jin, ha subrayado que "Moon tiene tres objetivos políticos principales", que son "desnuclearizar la península de Corea y lograr un régimen de paz, eliminar cualquier posibilidad de guerra expandiendo la cooperación económica y diplomática entre ambos países, e institucionalizar esta cooperación".
En este sentido, ha recalcado que esto no implica sentarse en la mesa de diálogo con Corea del Norte mientras el país continúe con sus pruebas militares, según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
"La política del presidente hacia Corea del Norte es que es necesario castigar duramente al país por cualquier violación de las normas y regulaciones internacionales, y el lanzamiento de un misil constituye una violación", ha argumentado.
Yang ha indicado además que la política de Moon "implica que el país se relacionará con Corea del Norte a partir de su firme alianza con Estados Unidos, pero siendo Seúl el que encabece los contactos".
Por último, ha adelantado que el presidente surcoreano podría "tomar acciones para el diálogo en el futuro próximo", entre las que ha destacado conversaciones a nivel militar para reabrir el canal de diálogo en la localidad de Panmunjom.
Las palabras de Yang han llegado horas después de que las autoridades de Corea del Norte aseguraran que el último lanzamiento de un misil fue realizado con éxito, detallando que se trata de un nuevo misil balístico tierra-tierra de alcance intermedio-largo con capacidad para portar cabezas nucleares.
Según las informaciones facilitadas por la agencia estatal norcoreana de noticias, KCNA, el líder del país, Kim Jong Un, supervisó el lanzamiento del misil, un 'Hwasong-12'.
El mandatario norcoreano ha expresado su "satisfacción" por esta nueva "arma juche", resaltando que "se trata de un sistema perfecto congruente con la idea militar estratégica y táctica del Partido del Trabajo de Corea".
El Gobierno de Kim Jong Un ha llevado a cabo varias pruebas nucleares y balísticas en los últimos años que han reavivado la tensión en la península de Corea.
En respuesta, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha dado por terminada la era de la "paciencia estratégica" y ha amenazado incluso con una intervención militar.
Corea del Norte justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.