Rafael Correa
REUTERS
Actualizado: jueves, 20 agosto 2015 5:40


QUITO, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha defendido ante centenares de seguidores las acciones del Gobierno y ha cargado contra los grupos indígenas que se manifiestan en diferentes partes del país, en unos sucesos que ha comparado con la revuelta policial vivida en Quito en 2010, a la que el Gobierno se refiere habitualmente como un intento de golpe de Estado.

Desde el balcón del Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, el mandatario ecuatoriano ha denunciado el carácter violento de estas movilizaciones y ha indicado que en Quito, Guayaquil y ciudades de la amazonía, como Macas, se han registrado este mismo miércoles enfrentamientos entre indígenas y efectivos de la Policía y del Ejército ecuatoriano.

Correa ha advertido a sus seguidores de que quienes protestan, después de cortar carreteras y generar hechos violentos, "se van a victimizar" como parte de una estrategia, en unas declaraciones que publica el diario ecuatoriano 'El Universo'.

Asimismo, se ha referido al reciente paro llevado a cabo por el Frente Unitario de Trabajadores y que ya calificó previamente como un "fracaso". "Dicen que volverán a intentarlo en octubre. Pierden su tiempo. Aquí nos encontrarán más firmes que nunca", ha apostillado el mandatario.

"Estamos en una prueba tan importante como la del 30 de septiembre del 2010", ha sentenciado Correa, que insiste en que cuenta con el apoyo popular necesario para hacer frente a esta coyuntura.

El 30 de septiembre de 2010 un grupo de policías se manifestó en demanda de mejoras laborales, lo que derivó en incidentes violentos que obligaron al presidente de Ecuador a esconderse en el interior de un hospital. Correa tuvo que esperar allí ocho horas hasta la llegada del Ejército. El suceso se saldó con diez personas fallecidas y, al menos, 300 heridos.

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