QUITO, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha recorrido este martes las zonas afectadas por la erupción del volcán Cotopaxi, que ha obligado a declarar el estado de excepción nacional para garantizar la seguridad en la sierra central.
Correa se ha desplazado hasta la provincia de Cotopaxi para reunirse con las autoridades del Comité de Operaciones de Emergencia con el fin de que le informen sobre los planes de contingencia y para constatar de primera mano la situación sobre el terreno.
El jefe de Estado se ha detenido en Mulaló, una localidad con 8.000 habitantes asentada en una zona de riesgo, para charlar con los vecinos y explicarles los planes del Gobierno, según ha informado la agencia de noticias ANDES.
"Lo primero, salvar vidas humanas; lo segundo, protegerse la salud, sobre todo de los niños; lo tercero --lo más difícil-- (aprender a vivir con un volcán activo)", ha dicho Correa. "Yo no vengo a engañarlos y no podemos hacer milagros, pero estamos haciendo todos los esfuerzos para apoyarlos", ha sostenido.
El líder izquierdista ha detallado que el Gobierno ha puesto en marcha una serie de programas destinados a respaldar la agricultura y la ganadería locales, que han quedado afectadas por la caída de ceniza sobre los campos, y de información para que sepan cómo enfrentarse al volcán.
"Tengan la seguridad de que haremos lo posible para ayudar y respaldar a cada sector en lo productivo", ha prometido, explicando que, si bien "no podemos resolver todo, sí podemos ayudar en algunos casos, y bastante".
A este respecto ha recordado que Ecuador cuenta con 500 millones de dólares para atender una emergencia mayor en el Cotopaxi, de los cuales 300 millones corresponden a una línea de contingencia con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Correa ha subrayado, no obstante, que "lo principal es la vida humana y, en consecuencia, saber qué hacer en caso de emergencia". "Todos debemos estar preparados, guardando siempre la calma y sabiendo lo que hay que hacer", ha apuntado.
El Cotopaxi, ubicado a casi 6.000 metros sobre el nivel del mar y a tan solo 45 kilómetros de Quito, recuperó la actividad el pasado 14 de agosto con "pequeñas explosiones" que han generado una columna de cenizas de varios kilómetros.
En respuesta, el Gobierno ha declarado la alerta amarilla en las localidades cercanas y el estado de excepción a nivel nacional para movilizar los recursos necesarios para elaborar los planes de contingencia adecuados.