KUALA LUMPUR 29 Nov. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
El índice de condenas por casos de violación en Camboya es "alarmantemente bajo", mientras las autoridades corruptas colaboran en acuerdos extrajudiciales, ilegales y sobornos, lo que obstaculiza los esfuerzos para combatir los crímenes, según han denunciado grupos activistas.
Los activistas siempre han señalado que la violencia sexual no se toma en serio en el país del sudeste asiático. De los 282 casos de violaciones e intentos de violación registrados por la Liga de Camboya para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (Licadho) en 2015, sólo 53 terminaron con una condena y una sentencia apropiada, ha señalado el grupo de Derechos Humanos en un estudio publicado esta semana.
"El sistema de justicia sigue siendo débil y corrupto. La falta de castigo a los autores de las violaciones significa que el sistema de justicia no está funcionando como elemento disuasorio", ha asegurado la directora adjunta de Licadho, Naly Pilorge.
El estudio encontró casos en los que las víctimas cancelaron sus denuncias antes de ir a juicio debido a los acuerdos de compensación negociados por la Policía, los fiscales y los jueces.
En respuesta a las conclusiones del Licadho, el Ministerio de Asuntos de la Mujer de Camboya informó de que estaba trabajando con las mujeres y las niñas para mejorar la tasa de denuncia.
De los casos investigados por Licadho, 217 eran menores de 18 años, aunque el bajo número de adultos no representa necesariamente una tendencia, sino que las mujeres no denunciaron las violaciones por miedo a la deshonra y al rechazo de sus maridos.
Un estudio realizado por Naciones Unidas en 2013 mostraba que casi un tercio de los hombres en Camboya habían usado violencia física y sexual hacia su pareja y un cinco por ciento de los entrevistados admitió haber participado en una violación en grupo. Cerca del 45 por ciento de los hombres que admitieron haber violado no se han enfrentado a ningún juicio, según el estudio de Naciones Unidas.