Unos 2.000 invitados esperan ya en el templo que acogerá el funeral de Estado
MADRID, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
El cortejo fúnebre con los restos de la reina Isabel II de Inglaterra ha partido desde la sede del Parlamento rumbo a la abadía de Wesminster, donde tendrá lugar un funeral de Estado con unos 2.000 invitados, entre ellos medio millar de líderes internacionales.
El féretro, cubierto por el estandarte real y con la corona imperial, avanza sobre el mismo carro de armas que ya transportó los restos de su padre, Jorge VI, y de otros antiguos monarcas y dirigentes como el primer ministro Winston Churchill. Junto al carro avanzan 142 miembros de la Marina Real.
Detrás, al igual que ocurriese en cortejos anteriores, acompañan a pie el ataúd el rey Carlos III y otros miembros de la familia real, incluido el príncipe Guillermo, primero en la línea de sucesión al trono.
Los dos hijos mayores de Guillermo, segundo y tercera en esta misma línea, han entrado hace apenas unos minutos en la abadía acompañados de su madre, Catalina, y de la reina consorte, Camila, como colofón a la llegada de invitados.
Todos están ya en la abadía, que ha abierto sus puertas a primera hora para dar tiempo al amplio desfile de asistentes. Además de a la actual primera ministra, Liz Truss, se le ha brindado un trato especial a todos los antiguos jefes de Gobierno, que han entrado juntos en el templo y por orden cronológico, en función de sus respectivos mandatos.
También se ha diferenciado de una forma específica a los representantes de los países de la Commonwealth que tienen a la monarquía británica como referencia y que, con la muerte de Isabel II, han perdido también a su propia jefa de Estado.
FUNERAL Y TRASLADO A WINDSOR
El funeral de Estado arrancará en torno a las 11.00 (una hora más en la España peninsular), un acto que estará encabezado por el deán de Westminster, David Hoyle, con sermón del arzobispo de Canterbury. Tras la misa, se guardarán dos minutos de silencio extensibles a todo el país.
Un nuevo cortejo fúnebre hasta el Arco de Wellington marcará el inicio del traslado del féretro hasta el palacio de Windsor, donde ya de tarde tendrá lugar una última misa en recuerdo a Isabel II, ya en privada, y se procederá a su entierro. Los restos reposarán en la capilla de San Jorge, junto a los de su difunto marido, el príncipe Felipe, y los de sus padres.