LA HABANA, 14 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, planteará a su homólogo cubano, Raúl Castro, que su país no puede acoger indefinidamente a miles de inmigrantes cubanos que se encuentran atrapados en su territorio, tratando de forzar una solución a una crisis que se ha extendido por un mes.
Solís llegó a Cuba el domingo para la primera visita oficial de un presidente de Costa Rica en 72 años, en momentos en que casi 5.000 inmigrantes cubanos que intentaban llegar a Estados Unidos se encuentran en la frontera norte de su país con Nicaragua.
"Siendo un país pequeño, no podemos mantener indefinidamente esta tarea", ha dicho el presidente costarricense, que ha adelantado que planteará el asunto "con fraternal franqueza" en la reunión que celebrará el martes con Castro, así como en las que mantendrá la semana que viene en San Salvador con todos los presidentes del SICA (Sistema de la Integración Centroamericana).
La visita estaba prevista desde antes de la crisis. Costa Rica reanudó sus relaciones con Cuba en el 2009, el último país de América Latina en hacerlo.
Los cubanos comenzaron a llegar a Costa Rica hace un mes, en un peligroso trayecto de 7.000 kilómetros por tierra desde Ecuador hasta la frontera de México y Estados Unidos, donde los isleños pueden recibir permiso de tránsito legal hacia el norte.
Tras el anuncio de un proceso para normalizar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos hace un año, la emigración de cubanos aumentó, en parte por temores a que el país norteamericano pusiera fin a una política especial que les otorga la residencia con relativa facilidad.
El asunto alcanzó proporciones de crisis cuando Costa Rica arrestó a un grupo de traficantes de personas, dejando a los cubanos sin una solución inmediata. Luego cerró su frontera y le otorgó a los isleños visados temporales para seguir su viaje.
Pero Nicaragua, un país más al norte, se negó a hacer lo mismo, lo que significó que el número de inmigrantes en Costa Rica aumentó. Casi 5.000 están en refugios en la frontera, mientras que entre 1.300 y 1.500 se encuentran en Panamá, ubicado más al sur, intentando llegar a Costa Rica.
Pese a ello, Solís ha prometido no deportar a los cubanos y continuar buscando una manera de que lleguen a Estados Unidos.
Unos 43.159 cubanos ingresaron a Estados Unidos sin visados en el año fiscal 2015, un incremento de un 78 por ciento desde el 2014 y hasta un 550 por ciento más desde el 2011, según un reporte del Pew Research Center basado en datos del Gobierno.
Muchos comienzan el trayecto volando hacia Ecuador, que tenía las fronteras abiertas, pero el país sudamericano ha impuesto un requisito de visado para los cubanos este mes en un intento por frenar el flujo de llegadas.