LASHKAR GAH (AFGANISTÁN), 9 (Reuters/EP)
Los talibán están estrechando el cerco sobre la capital de la provincia de Helmand, Lashkar Gah, localizada en el sur de Afganistán, y que podría convertirse en la segunda capital provincial controlada por los talibán, algo que ha llevado a las autoridades locales a pedir ayuda al Gobierno central.
A pesar de que el Ejército ha comunicado que la situación se encuentra estable, las autoridades locales se han mostrado escépticas. "Si no recibimos ayuda del Gobierno central, la provincia colapsará pronto", ha asegurado el presidente del consejo provincial, Karim Atal.
Desde 2001, con la presencia estadounidense, los talibán han tenido problemas para consolidar su mandato islamista extremista pero los insurgentes consiguieron hacerse con la ciudad de Kunduz en octubre del año pasado, antes de ser expulsados por tropas afganas respaldadas por Estados Unidos.
Atal ha asegurado que las fuerzas de seguridad en la provincia, que este año han sufrido una gran reorganización, son capaces de aguantar la presión, pero ha denunciado que hay una falta de atención notable por parte de los líderes en Kabul.
Como parte de su plan estratégico nacional, gran parte de los esfuerzos del Gobierno de Afganistán van dirigidos a combatir contra los milicianos del Estado Islámico en el este del país. "Si el Gobierno no apoya a Helmand, pediremos a nuestros ciudadanos que tomen las armas y que combatan contra los talibán", ha añadido Atal.
Lashkar Gah sigue llena de civiles que buscan huir de los combates que se producen alrededor de la ciudad, casi sitiada. Los talibán han logrado llegar a algunas zonas a tan solo unos pocos kilómetros del centro, según ha indicado un portavoz del gobernador.
La principal autopista entre Lashkar Gah y Kandahar se ha estado cerrando y abriendo de manera continua debido a los puestos de control talibán y a las bombas colocadas en las carreteras.
En las últimas semanas se han producido alrededor de 25 bombardeos llevados a cabo por Estados Unidos, algo que ha conseguido el respaldo de la población, que considera los bombardeos un factor decisivo para frenar el avance insurgente. Además de con ataques aéreos, la coalición liderada por Estados Unidos está asesorando a las tropas afganas sobre el terreno.
"El contacto con la Policía se ha perdido en algunas zonas", ha reconocido el comisario Ahmad Shah Salem. "Los talibán se han hecho con algunos de nuestros puestos de control. Hasta el momento no hemos recibido refuerzos y tampoco comida ni munición", ha añadido.
El comandante del cuerpo 215 del Ejército, el general Maiwand Faquir, ha comunicado que las contraofensivas contra los talibán se han visto complicadas por los cientos de bombas en la carretera y la presencia de civiles, pero ha asegurado que sus tropas tienen todo lo que necesitan.