MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
En los últimas horas se han multiplicado los llamamientos al boicot a los productos y empresas suecas en el mundo musulmán como Marruecos, Pakistán, Irak, Irán, Omán o Yemen en represalia por la quema de un ejemplar del Corán el pasado miércoles.
La Universidad de Al Azhar, el centro de estudios islámicos suníes más prestigioso del mundo, lanzó un nuevo llamamiento a los 1.500 millones de musulmanes de todo el mundo a boicotear los productos suecos.
"Al Azhar pide a todos los centros y organismos con competencias para emitir fatuas que emitan una obligando al boicot de los productos suecos en apoyo al Noble Corán", ha apuntado la unviersidad de estudios islámicos cairota.
Además emplaza a "los gobiernos de países musulmanes y árabes a adoptar posturas serias y unidas frente a estas inaceptables agresiones", ha añadido.
Marruecos ha convocado al encargado de negocios sueco en Rabat para pedir explicaciones por la quema del libro sagrado musulmán. "El Gobierno sueco ha autorizado una vez más una manifestación este día en el que se ha quemado un ejemplar del Sagrado Corán frente a una mezquita de Estocolmo", resaltó el miércoles el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí en un comunicado.
"Es un nuevo acto irresponsable y hostil que desprecia los sentimientos de más de 1.000 millones de musulmanes en esta época sagrada de la temporada de la Peregrinación y del Eid al Adha", dijo.
Al Azhar ha elogiado después la postura de Rabat. "Al Azhar anima a adoptar estas honrosas posturas y pide a los países islámicos y árabes a adoptar posturas positivas similares para expresar su rechazo a estas reiteradas violaciones y continuas provocaciones de las masas musulmanas de todo el mundo", apuntó.
La universidad ha manfiestado asimismo su gratitud al presidente ruso, Vladimir Putin, quien portó una copia del Corán, resaltó la santidad del libro musulmán y expresó su respeto por el islam.
El Consejo de Notables Musulmanes de Al Azhar, liderado por el gran imán de Al Azhar, Ahmed al Tayeb, ha condenado igualmente la quema del Corán y ha expresado su "rechazo categórico de tales actos criminales que manifiestan un odio aborrecible y un racismo inaceptable".
En redes sociales han proliferado los carteles pidiendo el boicot con los nombres y logotipos de las empresas en respuesta a las "reiteradas provocaciones suecas". "Soy marroquí. Yo boicoteo ante el permiso del Gobierno sueco a la quema y sacrilegio del Corán frente a una mezquita de Estocolmo", reza otra imagen.
Un miembro del Consejo de los Ulemas de Marruecos, Mustafá Benhamza, ha pedido a los marroquíes "cumplir con la decisión adpoptada por el Comandante de los Fieles, Su Majestad el Rey" Mohamed VI. "Que nadie llegue tarde ni se retracte de esta honrosa postura adoptada por el Comandante de los Fieles", ha apelado.
En Pakistán la etiqueta #BoycotSweden ha alcanzado el número uno en las tendencias del país tras un llamamiento liderado por el partido extraparlamentario Partido Istehkam e Pakistan (IPP), a través de su líder, Abdul Alim Jan.
"La profanación del Santo Corán en el día del Eid con el permiso del Gobierno sueco es tremendamente descorazonadora, reprensible y vergonzosa. Herir los sentimientos de más de 2.000 millones de musulmanes disfrazándolo de libertad de expresión es una prueba del pensamiento enfermo de los líderes occidentales. El objetivo de estos acontecimientos es provocar la ira de los musulmanes", ha subrayado.
El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, ha manifestado su pesar por el "vil, despreciable y atroz" acto "contrario al Derecho Internacoinal". "No tengo palabras para condenar adecuadamente este acto antiislámico que pretende herir los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo. El Santo Corán es un Libro Divino de amor, paz y sabiduría para toda la humanidad. El carácter desviado de quien ha tolerado este acto condenable es un insulto a los valores de la humanidad", dijo.
Varios partidos políticos kuwaitíes han condenado también al Gobierno sueco por tolerar esta quema "azuzada por el racismo y la ignorancia" y han emplazado a los gobiernos occidentales a respetar la religión mahometana y sus practicantes y evitar provocarles.
Desde Yemen, el Partido Social Nacionalista ha criticado a los "extremistas" que han quemado el Corán con "el permiso" de las autoridades en un gesto "racista" que "alimenta el odio y hace daño a quienes defienden la coexistencia y la paz global" y se ha sumado al llamamiento al boicot de los productos suecos.
En Omán ha sido el gran muftí de Omán, el jeque Ahmed bin Hamad al Jalili, quien ha pedido boicotear los productos suecos y ha citado a medios que hablan de "niños musulmanes apartados de sus familias". "Lo mínimo es boicotear completamente (a Suecia) y no comprar ninguno de sus productos" y la anulación de todos los negocios entre Suecia y musulmanes "sea el Gobierno, una institución o un individuo".
Previamente se había informado del asalto el jueves a la Embajada sueca en Bagdad, la capital iraquí, por una multitud convocada por un religioso.