SAN JOSÉ, 9 Dic. (Reuters/EP) -
El ministro de Exteriores de Costa Rica, Manuel González, ha admitido este miércoles que la crisis migratoria causada por la masiva afluencia de ciudadanos cubanos a Centroamérica "se le ha ido de las manos" a los gobiernos de la región.
"Creo que la situación se le ha salido de las manos a la región", ha dicho González en declaraciones a la prensa, indicando que la situación en Costa Rica, con 5.000 cubanos varados en sus fronteras, es insostenible.
González ha explicado que, aunque Costa Rica "ha hecho todo lo humanamente posible" para hacer frente a esta situación, tiene "limitaciones" para acoger a tal número de cubanos. "Las condiciones para recibir migrantes ya no están dadas", ha subrayado.
El canciller costarricense ha indicado que Costa Rica se ha quedado sin opciones después de que Guatemala y Belice se hayan negado a ser países "puentes" para trasladar a los inmigrantes cubanos hasta la frontera de México, dispuesto a darles permiso de tránsito terrestre.
González ha revelado que el tema ha sido elevado a "prioritario" en la agenda del presidente costarricense, Luis Guillermo Solís, que pretende abordarlo en su viaje a Cuba de la próxima semana para asistir a la cumbre del Sistema de Integración Latinoamericano.
"Seguiremos insistiendo y presionando con otros países amigos para que todos entren en razón y se den cuenta de la magnitud humanitaria de esta situación", ha apuntado el jefe de la diplomacia costarricense.
En concreto, ha avanzado que durante la cita regional intentará relanzar las conversaciones con el Gobierno de Guatemala, que ha esgrimido razones de seguridad interna para negarse a acoger temporalmente a los inmigrantes cubanos.
En lo que va de año unos 30.000 cubanos han emigrado hacia Estados Unidos por la ruta centroamericana y muchos se han quedado varados en Costa Rica por la decisión de Nicaragua de cerrarles el paso, también por razones de seguridad.
Las salidas de Cuba se han disparado ante el temor de que el proceso de normalización de las relaciones con Estados Unidos lleve al Gobierno de Barack Obama a derogar la política de 'pies secos/pies mojados', por la que concede la residencia legal a los cubanos que alcanzan suelo estadounidense y repatria a los que intercepta en el mar.