El grupo de expertos recomienda construir una prisión de máxima seguridad y contratar más personal para contener posibles disturbios
MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -
Las prisiones haitianas son, según el grupo internacional de expertos International Crisis Group, "polvorines a punto de estallar" dados sus problemas de sobrepoblación y la falta de personal para contener cualquier explosión de violencia o fuga masiva de reclusos, por lo que es imperativo tanto la construcción de nuevas prisiones, entre ellas una de máxima seguridad, y donación inmediata de fondos para incrementar el número de guardias en las prisiones actuales, foco de criminalidad que amenaza con "echar por tierra" los esfuerzos del Gobierno y de la Misión de Naciones Unidas en el país (MINUSTAH), según el informe.
El documento, titulado Haiti: Reforma penal y la normativa de la ley, recomienda actuar "de forma inmediata" para que los prisioneros más peligrosos permanezcan en celdas de máxima seguridad, como parte de un plan financiado por donaciones internacionales para reforzar las medidas de seguridad en las prisiones. ICG recomienda además al Gobierno del presidente René Preval que responda "con medios y con urgencia" a la crisis en las prisiones, que podría repercutir en nuevos episodios de inseguridad nacional.
Las diecisiete prisiones que existen en el país albergan a más de 5.500 presos, de los cuales menos del 10 por ciento se encuentran condenados por un tribunal. El resto está pendiente de sentencia o, incluso, de ser acusados. La Prisión Nacional de Puerto Príncipe contiene a 2.500 presos, ocho veces su capacidad, con sólo 25 guardias para contenerlos.
Además, el informe de ICG denuncia que el sistema penitenciario es tan deficiente que el acceso a la comida y al agua es mínimo, y que el noventa por ciento de los presos se encuentran enfermos de alguna variedad de parásito, con un elevado riesgo de tuberculosis. Los prisioneros deben turnarse para dormir o sentarse, y su única oportunidad para estirar las piernas y abandonar las celdas se reduce a un paseo a las duchas, que no se prolongará durante más de 30 minutos.
El informe describe a la Prisión Nacional como "un laberinto de dormitorios", donde "la respuesta" a los problemas de seguridad y a las deficientes infraestructuras consiste en "mantener a los prisioneros en sus celdas", lo que alimenta su obsesión por huir, y sus sentimientos de humillación, frustración y violencia.
El grupo de expertos considera "irónico" que el incremento de detenciones de líderes criminales termine agravando el problema de la violencia en el país, a través de la superpoblación penitenciaria. Además, los presos más violentos (entre los que se encuentran asesinos o violadores múltiples) son encerrados junto a criminales acusados de delitos leves, dada la falta de espacio.
Así, ICG advierte de que "las reformas policiales y de justicia podrían fracasar si la infraestructura de prisiones no mejora inmediatamente". Sin embargo, el grupo de analistas reconoce que "ni los donantes ni el Gobierno están tomando las medidas adecuadas para el reformar el sector penitenciario".
El Acuerdo Marco Provisional de Cooperación (ICF, por sus siglas en inglés) firmado en 2004 y que sirve de 'hoja de ruta' para estabilizar la situación en el país mediante la colaboración entre Gobierno y ayuda internacional, establece en este sentido unos compromisos básicos con la situación de las cárceles haitianas, pero el informe de ICG considera que "la respuesta ha sido mínima".
El grupo reconoce que ha tenido lugar cierto "apoyo técnico en concepto de reparaciones de emergencias" y que sólo Canadá se ha comprometido a financiar una "modernización substancial" en las instalaciones. Pero al margen de esta intervención, el informe señala que en estos momentos no se han dado "pasos significativos" para rehabilitar las prisiones y ninguno en absoluto a la hora de construirlas.
GOBIERNO
De esta forma, ICG entiende que el Gobierno de René Préval ha fracasado a la hora de cumplir con sus compromisos, en los que afirmaba su intención de luchar contra la impunidad a través de una reforma exhaustiva del sector judicial y de seguridad, incluyendo a la policía, a las prisiones y a los jueces.
El grupo de analistas insta así a la MINUSTAH y a los donantes internacionales a celebrar una conferencia "de carácter urgente" en la que se establezca un fondo de construcción penitenciario destinado a subsanar todas las deficiencias estructurales en las cárceles haitianas, que proporcione el personal adicional para controlar a los prisioneros, y que deberá contar con bases de datos computerizadas y sistemas electrónicos de vigilancia.
Es imprescindible además, según el grupo, que sean liberados de forma inmediata con o sin fianza dependiendo del caso, aquellos presos sobre los que no se hayan presentado cargos, no se hayan sometido a juicio, que no supongan una amenaza a la sociedad o que hayan cumplido ya su condena.
ICG entiende que el aumento de la efectividad en los arrestos no ha hecho sino empeorar la situación de las cárceles, que corren el peligro de convertirse en centros operativos para los 'capos' criminales.
ÚLTIMAS RECOMENDACIONES
En sus últimas recomendaciones, International Crisis Group no solo solicita una reforma a nivel estructural con la construcción de al menos una prisión de máxima seguridad y otras tres penitenciarías a corto plazo, junto con otros 12 millones de dólares adicionales aportados por la ayuda internacional que se invertirían en la reforma del sistema actual.
En este sentido, ICG pide que los países que aportan su ayuda al Gobierno de Haití "se comprometan totalmente en el diseño, entrenamiento y financiación inicial" del sistema penitenciario de acuerdo con el cumplimiento de la ley.
"Haití ha tomado los primeros pasos hacia una reforma judicial y policial", concluye el documento. Ambos son unos "desafíos importantes" para la "frágil capacidad del nuevo Gobierno". Sin embargo, ICG reconoce que ambos retos serán "infinitamente" más difíciles si no se acomete con fuerza la reforma del sistema penitenciario de Haití.