La nueva formación fusiona a los dos principales partidos de derechas e instaura el bipartidismo
ROMA, 27 Mar. (De la corresponsal de EUROPA PRESS Gloria Moreno) -
El líder conservador y primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi dio hoy el pistoletazo de salida al nuevo partido Pueblo de la Libertad, en el que se han fusionado las dos principales fuerzas políticas del centro derecha italiano. La unificación se realizó en forma de congreso nacional, que arrancó hoy y concluirá el domingo en la Feria de Roma con la participación de 6.000 delegados.
Tal y como explicó el mismo Berlusconi en su discurso inaugural, su objetivo es instaurar definitivamente el bipartidismo en Italia, después de una era política caracterizada por la fragmentación y la inestabilidad de los Gobiernos. Con este partido "estamos devolviendo la soberanía al pueblo", aseguró 'Il Cavaliere'.
"El partido de la libertad ya existe porque existe en el corazón de los millones de italianos" que lo votaron en las elecciones generales celebradas en abril del año pasado y que dieron la victoria al centroderecha, añadió.
A lo largo de su discurso, 'Il Cavaliere' hizo hincapié en las palabras que conforman el nombre del nuevo partido, pueblo y libertad, definiendo la nueva formación como "el partido de los italianos que aman la libertad".
Berlusconi subrayó que la formación arranca con el 43,2 por ciento del consenso de los italianos, según indican los últimos sondeos, pero que su objetivo es llegar al 51 por ciento, meta que se mostró seguro de poder alcanzar.
RECONOCIMIENTO A FINI
'Il Cavaliere' dedicó una mención especial al líder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, que con la desaparición de su partido quedará completamente eclipsado por el liderazgo de Berlusconi. "Anteponiendo el interés de Italia a su interés personal, ha contribuido a escribir esta página histórica de Italia", admitió Berlusconi.
Para escuchar a Fini, los más de 6.000 delegados que participan en el congreso tendrán que esperar hasta mañana. La disolución de Alianza Nacional, heredera del posfascismo italiano, ha relegado a Fini a un segundo plano frente al "indiscutible" protagonismo de Silvio Berlusconi.
No obstante, numerosos analistas interpretan su apertura hacia Berlusconi, por el que se sabe que no siente una especial simpatía, como una velada estrategia de futuro, con la que Fini, de 57 años, aspiraría a sustituir al eterno 'Cavaliere', de 72 años, cuando éste se retire u opte a presentarse como candidato a la presidencia de la República italiana.
LA DIPUTADA MÁS JOVEN ABRE EL CONGRESO
Antes de que interviniera 'Il Cavaliere', un coro de cien voces cantó el 'Himno de la alegría' de Beethoven y el himno de Italia, mientras que la diputada más joven del partido, Anna Grazia Calabria, de 26 años, fue la encargada de abrir la sesión.
Por su parte, el presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Wilfred Martens, que también estuvo presente, remarcó las raíces comunes que comparten el PDL y el PPE y saludó el acercamiento de Alianza Nacional al centro y a los valores del movimiento popular europeo.
El camino hacia la fusión entre AN y Forza Italia, los dos principales partidos del centro derecha italiano, se aceleró con la caída del anterior Gobierno de centro izquierda que lideraba Romano Prodi, el cual acabó sucumbiendo como consecuencia de las divisiones internas que separaban entre sí a los numerosos, y, muchos de ellos, minúsculos, partidos que lo integraban.
Ante un país harto de inestabilidad política y profundamente concienciado sobre la necesidad de terminar con la fragmentación, AN y Forza Italia aprovecharon la oportunidad para unirse y presentarse a las elecciones como si fueran una única fuerza política. Rápidamente, camuflaron sus diferencias, acallaron las voces discordantes y propusieron un programa de gobierno común.
Tras ganar los comicios que conducirían a Berlusconi al poder, AN y Forza Italia se pusieron manos a la obra para cumplir su promesa de unificación y fusionarse en un único partido. Ahora, casi un año después de su victoria electoral, han conseguido que este "sueño" se haga realidad. Sin embargo, parece que Berlusconi no está satisfecho sólo con esto y ya está tramando el modo de conseguir otra adhesión, la de la Unión de Demócratas Cristianos y Demócratas de Centro (UDC).
Así lo evidenció ayer el mismo Berlusconi al asegurar que "si se coge a un elector de la UDC y se le pregunta cuáles son sus diferencias con el PDL, no sabrá qué responder". A pesar de que la UDC está actualmente en la oposición, "sus electores no se reconocen en la izquierda, sino que siempre han sido de centro derecha", explicó. Por esta razón, para ellos, "las puertas están abiertas de par en par", aseguró.