El perdón para el guerrillero Henry Okah no termina de despejar las dudas sobre el fin de la violencia en el delta del Níger
MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
El líder guerrillero nigeriano Henry Okah, cabecilla del grupo rebelde más importante del país, el Movimiento para la Emancipación del delta del Níger (MEND) ha aceptado hoy los términos de la amnistía que le ha concedido el Gobierno para poner fin a la cadena de atentados contra las instalaciones petroleras de las compañías extranjeras en la región nigeriana.
Okah, detenido en 2007 en Angola por cargos de traición, terrorismo y contrabando de armas, ha permanecido dos años en prisión a la espera de la pena de muerte por los delitos cometidos. A lo largo de estos meses, sus combatientes han incrementado la intensidad de sus ataques contra las instalaciones de empresas como Agip o Royal Dutch Shell, afectando gravemente no sólo a la economía nacional, sino a las exportaciones de los barriles de crudo (cerca de dos millones de barriles diarios), reducidas en un 25 por ciento desde el encarcelamiento del líder guerrilllero.
Okah tiene pendiente reunirse con el presidente Umaru Yar'Aua esta tarde en Lagos. De fructificar la reunión, el cabecilla del MEND podría ser un hombre libre en pocas horas. "Los términos de la amnistía han sido acordados. El acuerdo que vamos a discutir con el presidente es el calendario a seguir para la liberación de Okah", declaró el abogado del líder rebelde, Wilson Ajuwa.
En respuesta, una facción del grupo aceptaría un perdón presidencial por el que depondrían sus armas y emprenderían un proceso de integración y Okah, un líder enormemente carismático sobre el que circulan multitud de leyendas, engrandecería aún más su figura como el hombre que doblegó al Gobierno central nigeriano. Sin embargo, se tiene constancia de ataques después del anuncio de la amnistía general, así que existen bastantes dudas sobre si la liberación de Okah pondría fin definitivamente a la violencia en la región.
POR EL PUEBLO
Okah y su grupo se han erigido como la voz de los residentes del delta, quienes apenas han percibido beneficios de las operaciones petroleras en la región, que deriva prácticamente todo el crudo al mercado internacional. El MEND se ha pronunciado a favor de un reparto equitativo de los beneficios entre la población, pero los analistas internacionales opinan que Okah "sólo busca el beneficio personal", según el director ejecutivo del Instituto de Derecho Humanitario de Nairobi, Anyakawe Nsirimovi, en declaraciones al magacín 'Time'.
El MEND cobró una especial relevancia en 2006 cuando comenzó a intensificar su campaña de ataques contra las instalaciones petroleras del delta, acompañados de una intensa campaña de relaciones públicas por la que los medios de comunicación recibían información puntual de las circunstancias concretas de cada ataque desde el "departamento de comunicación" del grupo guerrillero.
Uno de estos ataques en particular, contra un oleoducto de la compañía Shell en el que perdieron la vida (según el MEND) once soldados nigerianos, contribuyo al incremento en un dólar del precio del barril de crudo durante la primavera de 2008.
La moderna campaña de "autopromoción" del MEND, no exenta del punto de exageración que tantos titulares vende, consiguió elevar el estatus de Okah al de leyenda viviente. En ese momento, de Okah se decía que era un hombre capaz de traficar con un cuarto de millón de armas de fuego de una sóla tacada. Tras su apresamiento en Angola en 2007, los rumores sobre su estado se dispararon y la situación comenzó a adoptar un giro bastante surrealista.
CLOONEY Y OBAMA
El año pasado, mientras Okah "agonizaba" incomunicado en la celda de una prisión de máxima seguridad de Angola --donde mató con sus propias manos a dos serpientes venenosas arrojadas a su cubículo por sus captores--, el grupo abogaba por la mediación internacional en sendas cartas enviadas al ex presidente estadounidense y habitual negociador, Jimmy Carter, y al actor estadounidense George Clooney (quien por aquel entonces estaba implicado en una campaña contra el genocidio en la región sudanesa de Darfur).
Nada comparable al presunto ofrecimiento realizado al grupo por el entonces senador por Illinois, Barack Obama, con objeto de gestionar un alto el fuego en la región. Obama, hoy en día presidente de Estados Unidos, ha rechazado categóricamente que tal petición jamás tuviera lugar; el MEND simplemente había realizado una declaración falsa.
Okah fue extraditado a Nigeria en febrero de 2008, donde sus abogados han negociado la amnistía presidencial hasta esta semana. El Gobierno no sólo ha prometido el perdón a Okah, sino a todo el grupo, una decisión que anunció a finales del mes pasado. No se sabe cómo reaccionará el MEND ante esta declaración: parte de los líderes del grupo han aceptado la oferta, pero otras facciones han proseguido con los ataques contra las instalaciones.
EL FUTURO
Una parte del MEND se ha comprometido a aceptar la amnistía y el desarme, que se harían efectivos en el momento en el que Okah fuera liberado. "Una vez sea puesto en libertad, haremos buena nuestra promesa de cumplir con la paz", declaraba esta semana el líder guerrillero Busta Ryhmes (nombre de guerra adoptado tomado del de un conocido cantante de rap).
Sin embargo, a finales del mes pasado, un comunicado "oficial" del MEND desdeñaba el perdón presidencial, aunque abría la puerta a un diálogo con el Gobierno para discutir innumerables demandas: "obtención del verdadero federalismo en Nigeria, investigación de asesinatos extrajudiciales, regreso de los desplazados, retirada de las tropas nigerianas de la región, rehabilitación de los combatientes, etc...".
Hasta obtener respuesta, el grupo prometió proseguir con la 'Operación Huracán Piper Alpha' contra las instalaciones de la Shell, según el texto recogido por el portal Afrique en Ligne.
En este sentido, el analista para Eurasia Sebastian Spio-Garbrah lamentaba que "es improbable que los ataques de la milicia terminen a corto plazo" y anticipaba "una escalada de violencia en 2010 antes de la celebración de las elecciones generales de 2011" en declaraciones recogidas por Reuters.
Por su parte, la organización pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) criticaba el pasado mes de junio el programa de amnistía por no resolver lo que consideran es una de las raíces del conflicto en el delta: los políticos corruptos que contribuyen a la financiación de las bandas armadas, y que contratan a algunos de los milicianos para perpetrar crímenes contra sus oponentes en las regiones afectadas por la violencia, una razón por la que se cree que el juicio contra Okah, quien reveló nombres de políticos influyentes implicados en esta trama, se celebró a puerta cerrada.