En el 40 aniversario de la ocupación, la ONG describe las violaciones de DDHH "difícilmente encontrables en otras partes del mundo"
MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
Cuando falta un día para cumplirse 40 años de ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gazas, Amnistía Internacional denuncia los "devastadores efectos" de las cuatro décadas de ocupación militar, que provoca que casi dos millones de personas vivan en "estado de sitio", en una situación de "violación de Derechos Humanos difícilmente encontrable en otras partes del mundo". Según la ONG, las medidas impuestas por Israel "no han servido para proporcionar seguridad a la población israelí ni a la palestina" y sólo buscan "extender las colonias israelíes en territorios ocupados".
En un informe publicado hoy en todo el mundo, bajo el título 'Soportando la ocupación: la población palestina, bajo sitio en Cisjordania', la organización documenta "la expansión incesante de asentamientos ilegales en territorios ocupados, que priva a la población palestina de recursos esenciales, así como una serie de medidas que confinan a los palestinas en zonas aisladas, obstaculizando su acceso al trabajo y los centros de salud y educativos".
En Cisjordania, un pequeño territorio de 130 kilómetros de largo y 65 kilómetros de ancho, los palestinos se ven rodeados por un muro de 700 kilómetros que rodea y aísla localidades y barrios palestinos enteros. Según explicó el director de AI en España, Esteban Beltrán, este muro "ilegal" está trazado en un 80% de su recorrido dentro de Cisjordania, no entre Cisjordania e Israel, con el objetivo de "lograr mantener los más de 150 asentamientos de colonos".
Beltrán advirtió de que, en la actualidad, dos tercios de los palestinos ya están "aislados" por culpa del muro, pero si se completa su construcción de acuerdo al trazado previsto en 2006, un total de 60.500 palestinos vivirán entre el muro y la 'línea verde' o en zonas cerradas y, de estos, 31.000 personas estarán totalmente rodeadas por el muro. Además, más del 10% de la tierra palestina de Cisjordania estará del otro lado del muro.
Pero, además, como señaló la coordinadora internacional del Comité Israelí Contra las Demoliciones de Casas (ICAHD, en sus siglas en inglés), Lucía Pizarro, "antes de la construcción de este muro, ya existían muchos muros", por la existencia de multitud de carreteras en el interior de Cisjordania de acceso restringido a los palestinos y que sirven para conectar los asentamientos israelíes entre sí.
Asimismo, los bloqueos y puestos de control de las fuerzas de seguridad israelí impiden que los palestinos puedan tener acceso a una vida cotidiana normal y erosionan gravemente sus derechos a la circulación, la educación y la salud y provocan que muchas mujeres tengan que dar a luz antes de llegar a un hospital o que muchas personas no reciban atenciones sanitarias urgentes cuando las necesitan.
Sólo en marzo de 2007, el ICAHD registró 549 controles de seguridad y bloqueos. De ellos, 84 eran controles con personal militar y el resto, bloqueos sin persona, como entradas cerradas, montículos de tierra o zanjas que cortan el paso o bloques de cemento y otros obstáculos que sencillamente bloquean el acceso a las carreteras.
EXPANSIÓN DE ASENTAMIENTOS
Mientras tanto, Israel continúa con su política de expansión de asentamientos que ponen en entredicho su justificación, ya que, consideró Pizarro, "si uno desea la seguridad, no lleva a su población civil al territorio del enemigo". Sin embargo, desde la Guerra de los Seis Días, en 1967, Israel ha permitido la creación de 135 asentamientos de colonos fijos y otros 100 móviles, en los que viven unas 450.000 personas, y que explica aludiendo al "crecimiento natural" que se niega a los palestinos.
Para Esteban Beltrán, esta política de extensión se caracteriza por la "discriminación", ya que sólo es aplicable a los judíos, a las personas que tienen derecho a la nacionalidad israelí. Además, mientras la población palestina está sometida al derecho militar israelí, los colones viven bajo el derecho civil.
Además, según el director de AI, "cuando no se puede bloquear y encerrar" a los palestinos, se recurre a otra medida: "se destruyen sus casas". Hasta ahora, desde 1967, se han demolido 18.000 casas de palestinos, indicó Pizarro, y hay órdenes par aque se demuelan otras 10.000. Mientras, se prohíbe a los palestinos, y sólo a los palestinos, que construyan fuera de las zonas edificadas, "en base a unas leyes jordanas arcaicas" que no se aplican a los israelíes.
Todas estas medidas han provocado que hayan aumentado los casos de desnutrición, anemia, raquitismo, deficiencias vitamínicas y otros problemas de salud. Según recuerda AI, las estimaciones de la ONU señalan que casi la mitad de la población de los territorios palestinos --el 46% exactamente-- se encuentra en el umbral de la pobreza o por debajo de él, y otro 20% está cerca de este umbral.
RECOMENDACIONES
En este contexto de "castigo colectivo" al que se ve sometida la población palestina, Amnistía Internacional pide a la comunidad internacional que despliegue un mecanismo internacional efectivo de seguimiento de Derechos Humanos, tanto en Israel como en los territorios palestinos, con el objetivo de vigilar el cumplimiento por ambas partes de sus respectivas obligaciones según el derecho internacional. Además, insta a que garanticen que Israel, como potencia ocupante, cumpla la obligación de asegurar la protección y el bienestar de la población palestina, así como de abstenerse de imponer sanciones que menoscaben el suministro de ayuda humanitaria a la población.
En concreto, al Gobierno español, Amnistía Internacional pide que garantice que en las iniciativas de paz en las que participe se incluyan cuestiones de Derechos Humanos, que hasta ahora no han ocupado el lugar necesario.
Al Gobierno israelí, AI pide que ponga fin al sistema de clausuras en su forma actual y a otras modalidades de restricción de la libertad de circulación de personas y mercancías, "que comportan un castigo colectivo". Además, recomienda que interrumpa la construcción del muro dentro de Cisjordania. La ONG reconoce a Israel el derecho a construir vallas, muros o barreras en territorio israelí, pero no dentro de la Cisjordania ocupada.
Asimismo, AI insta al Ejecutivo hebreo a que ponga fin de inmediato a la construcción y ampliación de asentamientos israelí es y a la destrucción de tierras y propiedades de palestinos. También pide que garantice que las fuerzas israelíes protegen a los civiles y bienes palestinos contra los actos de violencia de los colonos.
Mientras, a los grupos armados palestinos, AI les recomienda que pongan fin a los ataques contra civiles y demás abusos contra el derecho internacional humanitario, y a la Autoridad Palestina, que adopte medidas efectivas para impedir estos ataques.
Según el director del Programa Regional para Oriente Próximo y el Norte de Africa de Amnistía Internacional, Malcolm Smart, "en 40 años, la comunidad internacional no se ha ocupado debidamente del problema palestino-israelí, y no puede ni debe esperar otros 40 años para remediarlo".