MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad de la Cruz Roja Etiopía (SCRE) ha "condenado sin paliativos" el asesinato de un conductor de ambulancia y varios pacientes a manos de grupos armados en la región etíope de Amhara, uno de los epicentros de la guerra que enfrenta al Gobierno y a los rebeldes de Tigray, en el norte del país.
Cruz Roja no informa de la fecha del suceso ni de cuántos pacientes habrían sido asesinados. Sí que ha identificado al conductor fallecido como Mengist Minyil, conductor para la división de Gonder Norte, que proveía servicios humanitarios en Dembiya Occidental para el hospital de Adi Remets.
Según Cruz Roja, en el momento de su muerte transportaba a pacientes heridos desde Adwa, en Tigray, limítrofe con Amhara.
Cruz Roja denuncia la atroz situación en la que viven los trabajadores humanitarios que intentan sobrevivir en el conflicto. Desde el estallido de la guerra, en noviembre de 2020, al menos 27 cooperantes han muerto, el penúltimo de ellos en un ataque del Ejército etíope en Shire, a principios de mes.
En septiembre del año pasado, recuerda también Cruz Roja, al menos 11 cooperantes de la Sociedad de Apoyo para Tigray, con sede en el conflictivo estado, fueron asesinados en un ataque de hombres armados.
El cuerpo sin vida de Mengist fue trasladado el viernes a su población natal de Belessa. El cooperante, de 40 años, tenía dos hijas, y la organización le describe como un "mártir de la Humanidad, cuyas extraordinarias acciones humanitarias quedarán reflejadas para siempre en la memoria de la asociación".
Por último, Cruz Roja Etiopía pide a todos los grupos armados que "garanticen la seguridad de los trabajadores humanitarios que intentan llevar a cabo su labor en el país bajo la bandera de la neutralidad y la no discriminación", según el comunicado publicado a última hora del viernes en su página de Facebook.
El conflicto en Tigray estalló tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo.
En la actualidad hay en vigor una "tregua humanitaria", si bien ambas partes se han acusado de impedir la entrega de ayuda y todas han sido acusadas por ONG internacionales de cometer atrocidades durante el conflicto.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.