MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, ha instado a todas las partes "influyentes" del conflicto sirio a hacer un esfuerzo político conjunto para acabar con la "gran guerra del siglo XXI".
"Después de cinco años de conflicto, Siria se ha convertido en la guerra emblemática del corto siglo XXI", ha afirmado Maurer tras una visita de cinco días en el país. "Ya es hora de que las partes beligerantes pongan fin a este horrendo conflicto y de que las potencias mundiales con capacidad de influencia actúen con decisión", ha añadido.
Al Waer, Homs y Damasco han sido algunas de las ciudades visitadas por el presidente del CICR. En los distritos damascenos de Yelda, Babila y Beit Sahem, donde decenas de miles de personas luchan por sobrevivir, Maurer se reunió con ciudadanos locales, así como con representantes de la oposición.
"En muchas áreas, la infraestructura civil --que incluye las instalaciones sanitarias, de agua y electricidad-- ha sido destruida o seriamente dañada. Ello provoca el sufrimiento masivo de las personas, obligando a millones de ellas a abandonar sus hogares", ha lamentado Maurer.
ASISTENCIA PARA ACABAR CON LA MIGRACIÓN
"Lo más urgente es incrementar la ayuda humanitaria", ha urgido el presidente de la organización. En este sentido, ha señalado que la falta de asistencia obligará a más personas a abandonar Siria.
"Queremos hacer más y por más gente. Los suministros humanitarios no deben depender de las negociaciones políticas, sino que debe permitirse que continúen y se incrementen con independencia de una tregua o armisticio", ha trasladado Maurer.
Tras el ataque a dos hospitales en Alepo el pasado 15 de febrero --que causó numerosas bajas civiles, entre ellos médicos y personal sanitario-- el presidente del CICR ha recordado a las partes en conflicto su "obligación" de respetar al personal, instalaciones y vehículos sanitarios, así como el derecho de los enfermos a un tratamiento médico.
"Las violaciones del Derecho Humanitario son constantes y un terrible distintivo de la guerra en Siria. Estas violaciones conllevan un sufrimiento innecesario e inimaginable", ha concluido Maurer.