MADRID 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
Doce organismos nacionales de Cruz Roja se han unido en una campaña de comunicación que pretende concienciar sobre la importancia de fomentar la información y la preparación de la población de zonas vulnerables ante desastres naturales, de tal forma que puedan reducirse riesgos y consecuencias incidiendo directamente en comunidades locales.
La campaña, en la que también colabora la Comisión Europea y, en particular, el Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO), nace con el objetivo de "amortiguar" las desgracias que sufren poblaciones de distintas partes del mundo, como ha explicado la vicepresidenta de Cruz Roja Española, Manuela Cabero.
En los últimos 20 años, 4.400 millones de personas se han visto afectadas por algún tipo de desastre y, de ellas, 1,3 millones han fallecido. En 2012, el Centro de Investigación sobre la Epidemiología de Desastres (CRED) registró 221 fenómenos con 9.656 muertos.
Cruz Roja ha subrayado el "ahorro" que supondría invertir en la prevención y respuesta ante desastres, toda vez que en 2012 supusieron pérdidas por valor de 121.600 millones de euros. Para el año 2030, estas pérdidas podrían ascender a 328.000 millones de euros.
Cabero ha recordado en rueda de prensa que, por cada 0,77 euros invertidos en reducción de riesgo, se produce un ahorro en gastos de respuesta a emergencias de 11,47. En este sentido, la vicepresidenta de Cruz Roja ha apelado a la "colaboración" como aspecto clave, algo en lo que también ha coincidido con el director de la Comisión Europea en España, Francisco Fonseca, quien considera que "todos los esfuerzos son pocos".
DIARIO
Cruz Roja ha lanzado esta semana un Diario de Capacidad de Recuperación ante Desastres (http://disaster-resilience.com/#/es/) en el que expone, por fases, cuáles son los problemas de las comunidades en riesgo, qué medidas se están tomando para preparar a las poblaciones y qué significa la capacidad de resistencia y recuperación.
Mediante 42 artículos cortos que se irán publicando a lo largo de seis semanas, el diario expone ejemplos prácticos de casos reales y fórmulas mediante las cuales se puede preparar a las poblaciones ante los desastres.
"El primero que va a ayudar es el que esté cerca", ha explicado la directora de cooperación internacional de Cruz Roja España, María Alcazar. En este sentido, ha insistido en que aunque no se pueden evitar tifones o sequías, sí se puede impedir que éstos fenómenos se conviertan en "desastres".
"Muchas veces, prestamos atención justo cuando ocurren, ni antes ni un poco después", ha advertido Alcazar, que ha explicado "acciones muy simples" con las que poblaciones vulnerables pueden prepararse ante posibles fenómenos naturales.
En este sentido, ha destacado la importancia de que habitantes de zonas en riesgo tengan su documentación localizada, de extender la formación en primeros auxilios, de establecer sistemas de alerta temprana o de crear "mapas de riesgo", entre otras medidas "relativamente sencillas".
"Un desastre no tiene por qué ser un desastre", ha recalcado Alcazar, antes de recordar la disparidad en los efectos humanos y en infraestructuras provocados por los terremotos de Haití y Chile en 2010, a pesar de que ambos fueron seísmos de características similares.
Uno de los responsables de Cooperación dentro de Cruz Roja España, Ignacio Román, ha destacado el caso de Filipinas, un país que sufre anualmente alrededor de una veintena de tifones y es ejemplo en "capacidad de respuesta".
En noviembre de 2013, el tifón 'Yolanda' afectó a 13 millones de personas pero, sólo 48 horas después de que el temporal destruyese numerosas viviendas, ya había algunas reconstruidas, ha explicado Román.
Filipinas, que dispone de un sistema de alerta temprana y de planes de evacuación en caso de tragedias, cuenta además con un programa de voluntariado responsable, entre otras cuestiones, de difundir en poblaciones locales la información emitida por las autoridades nacionales en gestión de desastres.
PAÍSES SOBREPASADOS
Cruz Roja colabora con los gobiernos, tanto afectados como donantes, para tratar de avanzar en prevención de riesgos y respuesta a desastres. La vicepresidenta de la organización en España ha admitido que las realidades en ocasiones "superan" no sólo a los individuos y a sus comunidades, sino también a los propios gobiernos estatales.
La organización trata de incidir en modificación de legislaciones y políticas públicas, pero en ocasiones la situación "desborda" las capacidades de los países.
Cabero ha resaltado el brote de ébola en África occidental para alertar de cómo países "sin recursos" deben hacer frente a la enfermedad y cómo esta crisis ha demostrado la "incapacidad" de los Estados. El ébola "no es un problema de África", sino "de la humanidad entera", ha apostillado.